El Servicio de Contención y Acompañamiento que ofrecen las facultades de Psicología y Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba, junto con el Ministerio de Salud de la Provincia, publicó en su página de facebook algunos consejos para que las personas puedan obrellevar los efectos emocionales y transitar de manera saludable el aislamiento social, preventivo y obligatorio por el coronavirus.

“Si saliste al súper o a la farmacia, compartí tu experiencia con quienes no lo hicieron, tus palabras pueden ayudar a la tranquilidad de otros”, “Ordená tu día con rutinas, levantarte, hacer ejercicio, leer, trabajar. EL orden de la rutina ayuda al bienestar”. “Si estás solo, se trata de paciencia, de espera. Esto va a pasar”.
 

Los usuarios pueden realizar consultas gratuitas tantas veces lo necesiten, de 8 a 22 hs, con respuesta inmediata por parte de profesionales que abordan y hacen el seguimiento de cada caso, o indican derivaciones médicas y sociales si es necesario.

La clave es la contención emocional de la persona.

“El conjunto general de preocupaciones que manifiesta la gente se relaciona con una situación imprevista y de emergencia, como el temor al contagio personal y a otros, particularmente si se convive con alguien que es población de riesgo; la angustia de no saber qué pasará después de la pandemia, o de si se extenderá por mucho tiempo el aislamiento; o la pérdida de contacto social en personas que viven solas”, explica Alejandra Rossi, coordinadora del equipo de Gestión Psicosocial de Riesgo que integra el dispositivo de ayuda.

El primer informe elaborado por el Servicio confirma la emergencia de determinadas conductas y respuestas emocionales, que aparecen o se acentúan ante la situación de encierro.

Entre los principales motivos de consulta se encuentran:

- Ansiedad (21%)

- Angustia (18%)

- Temor (14%)

- Preocupación por síntomas médicos (12%)

- Preocupación por familiares o vecinos (12%)

- Agudización de cuadro psiquiátrico preexistente (8%)

- Tensión derivada del aislamiento (5%)

- Insomnio (5%)

- Presión laboral (5%) 

- Ideación suicida (2%)

“Lo que más surge de las consultas es angustia, miedo e incertidumbre por los efectos del aislamiento, no poder tener contacto con los seres queridos, no saber bien qué es este virus y la pandemia, y las consecuencias generales a futuro. La misma incertidumbre produce más angustia, como un círculo que se retroalimenta" cuenta Cristina González, coordinadora del Departamento de Acompañamiento Terapéutico.

"Recomendamos que no se sobreinformen, porque estando todo el tiempo en casa consumimos demasiada información, lo que alienta el temor y lleva al pánico”

La psicoterapeuta agrega que, entre las consultas, observaron además conductas de mayor irritabilidad, insomnio, taquicardia y arritmia.

Durante la primera semana de funcionamiento del dispositivo (del 18 al 24 de marzo), se registraron 83 contactos, de los cuales 66 resultaron intervenciones de contención (casi diez por día). Se diseñó específicamente ante la contingencia del coronavirus, y estuvo destinado inicialmente a personas contagiadas con el virus y familiares. Tras decretarse el confinamiento obligatorio en toda la población, el servicio se extendió a quien lo requiera.

El registro de las consultas indica que quienes acceden al servicio son:

- Mujeres 75,8%

- Varones y personas con identidad de género diversa 2,1%

- Rango de edad de 21 a 34 años 60%

También se desagregan algunos datos demográficos:

- Estado civil (el 71% reportó matrimonio o unión civil, el 21% sin pareja estable, y el 8% viudez)

- Ocupación (el 54% trabajadoras/es, el 35% estudiantes, el 8% jubilada/os, y el 1% desempleada/os)

- Nivel de estudio (52% registró estudios universitarios, 17% terciario, 30% secundario, y el resto, sin estudios).

Alejandra Rossi relaciona el mayor número de mujeres que consultan con mandatos socioculturales que modelan determinadas conductas y modos de actuar según el género.

“Las mujeres comunican más sus estados de ánimo y preocupaciones, y piden más ayuda. Los hombres, en cambio, suelen expresar menos sus sentimientos y emociones”.

Todos los seguimientos llevados a cabo arrojaron resultados positivos, “con disminución del padecimiento subjetivo agudo de los y las consultantes”, se desprende el informe. Algunos casos requirieron derivaciones a un hospital neuropsiquiátrico, el Polo Integral de la Mujer y la guardia de un centro de salud pública.