A poco de haberse iniciado la pandemia mundial por Covid19, pediatras españoles comenzaron a notar que, entre las 4 a 6 semanas posteriores a que niños de entre 8 y 14 años padecieran la infección, algunos de ellos caían enfermos con fiebre continuada, una inflamación generalizada y otros síntomas que ponían su vida en serio peligro.

“Llegaban con un fuerte dolor abdominal y fiebre de varios días”, recuerda Alberto García-Salido, pediatra de la UCI del Hospital Niño Jesús en Madrid. “No tenían síntomas respiratorios como los adultos. Lo primero que pensamos fue en apendicitis; después, que se trataba de un síndrome inflamatorio por una infección bacteriana”, cuenta.

En mayo del 2020 la Organización Mundial de la Salud le dio nombre a la nueva dolencia, ante el crecimiento de casos en Reino Unido, EE UU, Francia o Italia: Síndrome Multisistémico Inflamatorio Pediátrico (MIS-C, en sus siglas en inglés). Desde entonces las investigaciones han avanzado, pero aún no están claras las causas ni los factores que determinan que un niño pase una infección sin apenas síntomas y pueda enfermar un mes después hasta el límite de ver peligrar su vida.

“Estamos ante una afección muy, muy poco frecuente”, sostiene Alfredo Tagarro, pediatra del Hospital Infanta Sofía de Madrid y coordinador del registro pediátrico nacional sobre este nuevo síndrome en España. 

"Desde el comienzo de la pandemia apenas se han detectado 90 casos de MIS-C en nuestro país, lo que supone el 0,02% de todas las infecciones registradas en personas de entre cero y 18 años" explica el profesional.

El MIS-C es la complicación pediátrica relacionada con el coronavirus más grave que se ha registrado en esta pandemia y la principal causa de ingreso en UCI en niños. Entre los 90 casos ha habido dos fallecimientos, ambos con enfermedades previas.

"El periodo de latencia entre la infección y la llegada del síndrome es muy variable, puede llegar hasta cuatro meses después", explica Cinta Moraleda, pediatra del Hospital 12 de Octubre de Madrid y colíder del estudio. “Estamos intentando averiguar por qué sucede esto, cuál es el mecanismo inmunológico. De momento pensamos que la infección por SARS-CoV-2 funciona como el gatillo de un arma que dispara la respuesta inmune en pacientes que tienen una predisposición”, resalta.

Foto: Archivo EFE
Foto: Archivo EFE

En el MIS-C la respuesta inmune innata es defectuosa. En lugar de atajar al virus de forma efectiva el organismo produce una inflamación generalizada que puede atacar a los pulmones, el hígado, los ojos, el cerebro y, sobre todo, el corazón. Es posible que el virus se quede acantonado en algún órgano y resurja pasadas unas semanas. Hay datos que apoyan esta posibilidad. “Un mes después de la infección, solo el 15% de los niños tiene una PCR positiva”, explica Tagarro. “En cambio entre los niños con riesgo de MIS-C ese porcentaje se eleva al 45%”, añade.

El tratamiento para este síndrome se realiza con corticoides para sofocar la respuesta inmune exacerbada y con inmunoglobulina intravenosa que contiene anticuerpos. “Ahora que ya sabemos a lo que nos enfrentamos en cuanto establecemos un vínculo con el coronavirus empezamos a aplicar el tratamiento y la respuesta es muy rápida, con una mejoría clara en apenas 12 horas”, explica García-Salido. “En la inmensa mayoría de los casos el síndrome se cura y no deja secuelas”, destaca.

Fuente: El País

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