Rubén no pierde la sonrisa, aunque tenga razones para estar preocupado. Orgulloso, nos muestra los dientes y nos cuenta lo que se le ocurrió hacer en esta cuarentena. Es herrero desde hace más de veinte años y la cuarentena obligatoria le frenó el trabajo en su taller.

Tenía muchas obras para entregar, pero tendrán que esperar y sabe que hay muchas chances de que varias, no se las reactiven. 

Pero el tiempo sin trabajo y una lectura aguda de las necesidades de la gente, lo puso en modo creativo. Diseñó y construyó un dispositivo que permite hacer de las bicicletas de paseo o de carrera, una bicicleta fija. Si hay algo de utilidad en tiempos de encierro es eso. Muchos miramos con nostalgia nuestras bicicletas frenadas, pensando en el doble beneficio antes no valorado de tener libertad y posibilidad de hacer ejercicio.

Rubén lo hizo para el y empezó a ver una posibilidad cierta de venta. Nos lo cuenta entusiasmado y muy consciente de que los gastos de alquiler de su galpón y los impuestos, le siguen corriendo aunque esté frenado casi por completo. Rubén y su familia están, literalmente, pedaleando la crisis.

Para contactarse con él, pueden comunicarse al 351 5746609

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