Un grupo de empleados del ministerio de Salud de la provincia se declaró en estado de asamblea y realizó una toma simbólica del edificio donde funciona la dependencia, en el complejo Pablo Pizurno de la ciudad de Córdoba.

Según denuncian, desde hace varias semanas deben desarrollar sus tareas en condiciones que afectan directamente su salud.

"Padecemos las deficiencias de las instalaciones sanitarias desde el mes de octubre porque comenzaron a hacerse arreglos en diferentes baños que tenemos. En enero los rompieron, sin tener en cuenta que hay un grupo importante de gente que sí estaba trabajando. Nos quedamos sin baños", explicó Ana María, empleada del ministerio, en diálogo con el programa Entre Nosotros Rebeca.

"Hace 20 días, reventaron caños en la oficina de Rendición de Cuentas, comenzó a salir agua servida del resumidero de los baños, que ingresaba a la oficina. A los dos o tres días comenzaron a lloverse los techos. Allí, sobre los cielorrasos de un edificio que tiene entre 70 y 80 años, hay un sobretecho por el que cruzan cables y caños. Por allí pululan ratas e insectos. El ministerio está plagado de cucarachas y alacranes", añadió la informante.

Aunque admitió que periódicamente se realizan desinfecciones, la empleada remarcó que no sirven para eliminar las alimañas.

Por otra parte, la trabajadora destacó que la rotura de caños afectó a unas 20 computadoras y a innumerables documentos y legajos.

"Se han instalado baños públicos y pretenden que nos arreglemos con eso, pero es imposible. No hay agua siquiera para lavarse las manos. Estamos en condiciones infrahumanas. Nuestra salud se está afectando", añadió.

Intervención integral

Desde la cartera de Salud declararon que las obras responden a una "intervención integral en todos los baños del ministerio".

"En una de las intervenciones de hoy hubo un problema con una pérdida de agua de un tanque cisterna que provee los baños. Hubo que cortar el agua para la reparación. Desde la tarde estará habilitado nuevamente", indicó Alejandro Gauto, secretario de Coordinación y Gestión Administrativa de la Provincia.

En diálogo con Radio Universidad, Gauto admitió la existencia de inconvenientes previos, que son "propios de una obra sobre la que no podemos dejar de trabajar".

"La obra sería más rápida si cerrásemos el ministerio. Pero tenemos que hacerlo así: para arreglar un baño tenemos que cerrarlo", señaló.

De igual manera, remarcó que todas las semanas se realizan desinfecciones y que hasta el momento no han recibido reclamos formales por la presencia de alimañas.

"Es una mejora para los empleados. Entiendo las molestias, no lo hacemos adrede, pero estamos mejorando las condiciones. Hay una inversión de 1.1 millón de pesos para la reforma", añadió.

Empleados tomaron el ministerio de Salud de la Provincia