En noviembre, con los primeros calores y la humedad, comienzan a proliferar los alacranes y escorpiones en la ciudad de Córdoba. Estos artrópodos pueden picar y generar graves problemas a la salud, incluso la muerte.

Gabriela Arnaud, vecina del barrio Marqués de Sobremonte, pasó un gran susto cuando su hija de dos años fue picada por un alacrán. Afortunadamente, ella se encuentra en buen estado de salud e internada en el Hospital Infantil.

Cómo prevenir picaduras de alacranes, víboras y arañas

La mujer contó en Entre Nosotros Rebeca que estaba durmiendo con su hija. A las 4 de la madrugada, la niña se despertó llorando y señaló que le duele el hombro. Gabriela fue a buscar una pomada y cuando prendió la luz vió que el hombro de su hija estaba rojo e inflamado.

Al momento, empezó a vomitar. Las dos pidieron ayuda y se dirigieron al Hospital Infantil en Alta Córdoba. Gabriela sabía que tenía que ir allí porque había sueros y especialistas. Además, ella había sufrido una picadura similar el año anterior.

"Vomitó 8 veces, la glucemia se le subió a más de 400, el ritmo cardíaco lo tenía mal y la tensión estaba super alta", dijo la madre.

En el Infantil, los médicos le colocaron un total de 5 dosis de suero, la máxima posible para una niña de esa edad. "La doctora me dijo que hasta ahí es lo que se podía hacer. De ahí había que ver cómo reaccionaba", contó.

Tras recibir las cinco dosis de suero, la niña comenzó a recuperarse. Actualmente, está internada en el Infantil porque el veneno puede traer secuelas al igual que la alta dosis de suero. Sin embargo, se mantiene en buen estado de salud y despierta.

"En los últimos días sabía que había movimiento porque habían limpiado unas canchas que están al costado de mi casa", contó la mujer.