Se sabe que, a partir de la semana próxima, se comienza a pagar la segunda entrega del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), consistente en el pago de $ 10.000 a las personas más afectadas por la pandemia en el país.

El beneficio incluye a monotributistas y trabajadores autónomos visiblemente perjudicados porque “viven al día” con sus empleos, y al no realizarlos no perciben remuneración.

Pero esta entrega tiene un condicionante relevante, que surgió de la flamante Dirección Nacional de Economía y Género, dependiente del Ministerio que conduce Martín Guzmán.

Y es el hecho de poner el foco sobre la mujer. Por eso se habilitó que se pueda pagar a trabajadoras de casas de familia, como ya lo hacen beneficiarios de la Asignación Universal Por Embarazo.

Mercedes D’Alessandro, la encargada del área creada en la actual gestión de Gobierno, destacó en la conferencia de prensa de este lunes cómo se aplicó el concepto de paridad de género en la distribución del IFE.

“La condición que impusimos en el caso de que dos personas pertenecientes al mismo hogar pidan el beneficio, se le diera a la mujer”, sentenció.

Históricamente, se reconoció al varón como "titular" de los ingresos de la familia.