Los argentinos no se reconocen como agentes de prejuicios o discriminación. Por el contrario, tienden a pensarse ajenos y lejanos a tales conceptos. No obstante un rastreo por conversaciones sociales, principalmente en las redes sociales, demuestra la presencia de expresiones racistas, xenófobas, misóginas y discriminadoras.

Dicho rastreo fue realizado por la consultora Zuban Córdoba y Asociados y permite arribar a la conclusión inicialmente presentada.

El estudio se titula intolerancias argentinas y se concretó en el pasado mes de junio, sobre 1200 casos, de encuestas por medios digitales, en todo el país.

De ese total de personas encuestadas, un 32% indicó estar totalmente en desacuerdo con la afirmación "en general somos tolerantes con quienes no piensan como nosotros". Un 25% dijo estar "algo en desacuerdo", con dicho concepto.

Es decir, un 57 por ciento de los participantes admitió que existe escasa tolerancia para aceptar opiniones contrarias.

De igual manera, un 62 por ciento expresó desacuerdo con la expresión "Argentina es un país donde no se discrimina a nadie".

Paralelamente, un 83 por ciento de los casos totales acordó con el axioma "el Estado debe imponer multas y sanciones a todos los actos discriminatorios". O sea, necesidad de regulación estatal cuando se goza de una plena libertad de expresión.

"Los argentinos no discriminamos. El que discrimina es el otro", ironiza Paola Zuban, directora de la consultora.

Discapacidad

Innumerables discursos que circulan, principalmente por redes sociales, presentan huellas inocultables de lo que se presenta como discriminación estructural, aquella "que refiere a patrones y contextos en los que los grupos vulnerados son históricamente marginados, excluidos o discriminados".

En esa línea plantea coincidencias con un relevamiento presentado por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), para el período 2008-2019, que indica que discapacidad, estado de salud, orientación sexual, identidad de género y migración son las principales causas de segregación social denunciadas por argentinos (Ver¿Cuáles son las principales causas de discriminación en la Argentina?)

Según el estudio de Zuban Córdoba y Asociados las características físicas de las personas son las principales causales de expresiones discriminatorias. Pobreza, orientación sexual, ideología, ascendencia de pueblos originarios y color de piel le siguen en magnitud.

Un dato relevante del reciente trabajo demuestra que la sospecha de ser portador de Covid-19 se ha convertido también en motivo de discriminación, señalado por un 75% de los encuestados.

Violentas

Especial atención merece la problemática de género, tópico de discusión en que se vislumbra buena parte de los conceptos prejuiciosos y contradicciones derivadas.

El tema ha sido objeto de una nueva etapa del estudio, cuyas conclusiones aún se están procesando.

Sin embargo, el primer dato relevado es muy significativo: aunque un 65% de las personas manifiesta adherir a la consigna de que "la igualdad de género es necesaria porque equilibra la vida personal, familiar y social", en casi la mitad de las expresiones relevadas se encuentra la expresión despectiva "feminazi".

"Un 47% cree que las `feminazis´ están en contra de los hombres. Un 62% se expresó en desacuerdo con las manifestaciones de mujeres en las calles por considerarlas violentas", anticipa Zuban.

Desde la consultora vinculan tales expresiones con la denominada discriminación moderna, a la que identifica con cinco características esenciales: 

- Creer que ya no existe discriminación o racismo, puesto que las personas vulneradas pueden competir en el mercado laboral y disfrutar de mismos beneficios que puede permitirse el resto.
- Sentir que inmigrantes, pobres y mujeres están empujando demasiado rápido y fuerte, como si se estuvieran colando en lugares que no les corresponden o aún no se han ganado.
- Considerar como injustas las estrategias que usan inmigrantes, pobres o mujeres para reclamar sus derechos y sus demandas.
- Creer que los beneficios que obtienen son inmerecidos
- Expresar el prejuicio de forma indirecta, de manera que la expresión pueda interpretarse por motivos no discriminatorios.