Sabrina, una odontóloga de Córdoba, vive horas de angustia tras descubrir que fue estafada con un viaje a Disney, lugar al que iría con su hija por el festejo de sus quince años. 

La mujer llevaba ahorrando más de 3 años y disfrutar junto a su hija. Cayó en manos de una conocida de su ex pareja, quien aseguraba que trabajaba en “Delfos Tour”, una agencia mayorista.

“Yo a esta gente de turismo no la conocía, me la recomendó mi expareja. Él nunca había tenido problemas. Incluso la agencia es legal, trabajaba con operadores oficiales”, relató la mujer a TN.

Sabrina, se contactó con la mujer y comenzaron a organizar el viaje. Desde los parques de Disney hasta los traslados, la mujer les hizo un presupuesto y la víctima le pagó la totalidad, que fueron cinco mil dólares.

“Reservé un viaje completo a Estados Unidos: seis días a Orlando y cuatro a Miami. Le pagué una parte por transferencia y otra en efectivo. Traslados, hoteles, aéreos y hasta las entradas para los parques de Disney. Los ahorros de tres años para festejar los 15 de mi hija, que cumplió en 2020″, explicó la mujer.

“Lo último que pagué fueron las entradas a los parques. Nunca me había mandado ni un papel, ni una reserva de nada. Le mandé mensajes por WhatsApp, incluso llegué a gritarle por teléfono, hasta que un día fui y me imprimió la reserva de los hoteles, el traslado y los aéreos”, narró.

Al acercarse la fecha de viaje y no tener respuesta por parte de la mujer, Sabrina se arrimó a la operadora a chequear que todo estuviera bien. Pero en la agencia le dieron la peor noticia de todas, todos los códigos de reservas que ella tenía eran falsos.

“En el lugar me encontré con otras dos personas esperándola por lo mismo. Ella no llegaba, no aparecía. Un chico contó que el domingo tiene que viajar a Europa y que esta señora también le dio reservas falsas. En total somos más de 45 los damnificados, que por suerte ya estamos en contacto”, indicó.

A pocos días de viajar se los vino el mundo abajo. Ahora la madre y la adolescente se encuentran inmersas en una “profunda depresión” y a la espera de que la operadora les de una solución.

Fuente: Los Andes