En tiempos de cuarenta, muchas cosas están permitidas. Sobretodo si esas cosas ayudan a mantener el estado físico. 

Un ejemplo de ello es Andrés Funes, jugador de fútbol del Club Villa Azalais. 

Para no dejar de entrenar convirtió el patio de su casa, de barrio Malvinas Argentinas, en una cancha de fútbol donde juega con sus hijos, quienes están dando sus primeros pasos en esa carrera. 

Funes comentó que está desempleado y, junto a su padre, desempeñan tareas de mantenimiento de jardines, podas de árboles y limpieza de terrenos.

Extraña la Liga Cordobesa, dijo el delantero, pero "no tanto los partidos de los sábados sino la rutina con los compañeros, la conexión con el Club, con la gente".