Sin dudas que toda apertura de actividades, que fueron restringidas hasta ahora por el aislamiento obligatorio, genera expectativa e inquietudes. Cómo volver a la vida normal o cómo encarar la nueva normalidad aparece como un gran desafío.

En ese marco, los números de la pandemia en Córdoba, que se vienen “achatando” con muy baja o nula cifra de contagios a diario en los últimos días, es una de las razones por las cuales se abre una esperanza para pensar que, si bien no le ganamos la batalla al coronavirus, vamos por buen camino.

Sin embargo, hay una herramienta que se torna fundamental para que los equipos de salud y epidemiología puedan determinar en qué momentos y regiones se va tornando viable una salida controlada y gradual a la cuarentena. Y es el factor R o factor R0, que es lo que permite medir el ritmo básico de contagio o ritmo básico de reproducción del virus. Aunque hay otras variables, como la estadística de los casos y el tiempo de duplicación de los contagios, esta es una primordial.

Al respecto, el médico infectólogo Hugo Pizzi (MP. 54101) explicó que “el factor R0 es una parámetro en ratios (Ratio =  relación cuantificada entre dos magnitudes que refleja su proporción) que sirve para medir el ritmo básico de contagio”.

En ese marco, destacó que la utilidad de esta herramienta radica en que “si yo lo utilizo en una epidemia, puedo medir con exactitud en qué punto estoy”, en referencia a conocer la probabilidad de contagios que existe en una población determinada y a partir de los casos confirmados que haya en cada momento.

“Esto depende la cantidad de infectados que yo tenga. Sabiendo que este es un virus con un ritmo de contagio que va de uno por tres (un enfermo puede contagiar a tres), tengo que evaluar: 1) la duración de la infección, 2) la cantidad de individuos susceptibles de contagio y 3) el número de contactos del infectado”. El resultado permite saber si se está en mayor o menor riesgo de contagios, explicó.

Sobre la capacidad de contagio del virus destacó que “un enfermo puede contagiar a tres, e inmediatamente esos tres a nueve, porque va por progresión geométrica y si yo no lo freno rompiendo la cadena epidemiológica lo que logro es que en poco tiempo tenga 40 mil 0 50 mil personas enfermas”.

Las medidas de aislamiento en Córdoba fueron fundamentales para frenar los contagios

Pizzi destacó las medidas de restricción u operativos especiales adoptados en Córdoba (entre los que se encuentran la temporal vuelta a la fase 3 en la ciudad de Córdoba) como clave para ir frenando el avance del coronavirus.

“Se actuó de manera rápida, expeditivamente y con un muy buen resultado. Cada vez que hubo un brote, llámese Hospital Italiano, llámese Mercado Norte, llámese geriátrico de Saldán, siempre se ha sellado la situación. Y, al sellarla, el aislamiento ha permitido que los que estaban contaminados se recuperen y que cada uno de ellos deje de contagiar”, expresó. 

Pizzi advirtió que eso motivó una baja en el factor R0 que se mide en el marco de la pandemia en Córdoba. Esto va en línea incluso con lo que aportó la provincia en el reporte ampliado sobre la situación epidemiológica, en el que se indicó que la vuelta a la fase 3 en córdoba permitió evitar miles de contagios que se hubieran producido si se mantenían ciertas flexibilizaciones.

“Córdoba tuvo en algún momento un R0 de 2, lo que quiere decir que el virus estaba circulando fuertemente”. Significa que era alta la probabilidad de contagios. Ahora, al estar a menos de 1 (0,9 según informaron desde el Ministerio de Salud de la Provincia) no quiere decir que el virus esté dominado. Quiere decir que el índice de contagiosidad es muy bajo”, advirtió.

Finalmente, dijo que lo ideal es que ese parámetro disminuya, es decir que baje el índice de contagiosidad, a valores preferibles de Factor R0, que debería descender a 0,7 o 05. Mientras más bajo, existe menos riesgo de contagio en una comunidad.