En la pequeña localidad de Selva, ubicada en Santiago del Estero. Sus 2.500 habitantes permanecen en cuarentena luego de que un joven viajó desde esa localidad, ubicada a 310 kilómetros de la capital santiagueña, hacia Córdoba para encontrarse con un amor de la adolescencia, una mujer casada, oriunda de Ceres, Santa Fe, de quien hacía mucho tiempo no sabía nada, que resultó ser el caso número 32 en el país que contrajo coronavirus, dicha ciudad que también tuvo que ser aislada.

La historia cuenta que una joven regresó de España ​y se instaló en su domicilio en Córdoba. Desde allí, se comunicó con un viejo conocido, un joven de 27 años que reside en Selva, con quien en su adolescencia se presume que había tenido algún tipo de relación. Y lo invitó a que viajara para reencontrarse.

Durante el encuentro la mujer le comentó a él detalles de su viaje por España y hasta le confesó que había tenido síntomas del COVID-19.

Este viernes, el joven selvense regresó al pueblo y concurrió a un asado de bienvenida, junto a un grupo de 20 amigos. Allí contó sobre el encuentro con su vieja amiga y hasta les comentó que estaba infectada con el virus.

Entre la sorpresa y la preocupación, uno de los amigos dio aviso a las autoridades del pueblo, de manera inmediata se movilizó la policía y personal del Ministerio de Salud.

Actualmente Selva es un pueblo fantasma, ya que el miedo se apoderó de la gente, a la espera de los resultados del hisopado que se le realizó al joven para determinar si está infectado con el coronavirus.