Como cada año, la primera semana de agosto, la Organización Mundial de la Salud propone hablar de la lactancia materna. En más de 170 países se organizan acciones para informar y promover este acto natural que se ha visto interceptado por lo cultural y comercial y muchas veces ha salido perjudicado.

El lema de esta ocasión parece reflexionar al respecto, ya que indica "Impulsar la lactancia materna apoyando e informando". Aplica a profesionales de la salud involucrados en la lactancia, pero también a acompañantes, cuidadores, amigos y familias.

La alimentación de los recién nacidos suele ser tema de preocupación y múltiples opiniones. Todos parecen tener algo que decir al respecto y aunque muchas veces esas opiniones vienen fundadas desde el amor, sin información correcta pueden resultar perjudiciales.

Desde Cba24n consultamos a especialistas de diferentes ámbitos sobre la importancia del acto de amamantar, tanto desde lo nutricional como lo emocional y cultural.

Soledad Mallagray es periodista y tras el nacimiento de su primera hija se despertó en ella el deseo de transmitir su experiencia como madre decidida a intentar suerte con la lactancia exclusiva. A poco de haber sido madre de su segundo hijo, ahora la maternidad la encuentra siendo puericultora. La experiencia con la lactancia fue tan determinante que comenzó y terminó la capacitación y ya se encuentra activa desde redes en @smlactancia. 

"El lema de este año me encanta porque pone el foco en que para que exista lactancia materna exclusiva debe haber una red de apoyo a esa mamá y educar a las familias para que sepan que la lactancia no es responsabilidad únicamente de ella. Desde mi lugar como puericultura, mi objetivo está puesto en trabajar junto a pediatras y neonatólogos además de las madres, para juntos poder anticipar trabas en la lactancia y ayudar en todo el proceso".

En ese sentido, el rol de la medicina a veces excluye o da poca información sobre la explicación y los beneficios de la experiencia de dar la teta. Aunque existen sobrados motivos para fomentar este hecho (nutricionales y afectivos para los bebés; emocionales y de prevención de enfermedades como el Cáncer de mama para la madre, solo por mencionar algunos) la leche de fórmula en muchas ocasiones gana la pulseada disfrazada de practicidad y superalimento. Sobre eso aún hay camino por desandar.

Florencia Biagiotti es médica y aunque su especialidad no tiene nada que ver con niños u obstetricia, también la maternidad le despertó la intención de asesorar en la lactancia y además de oficiar como médica, es puericultora. A través de su cuenta @consultoriodelactancia ayuda a mujeres y familias en el proceso. Consultada por Cba24n sobre el lema de la semana, aporta con seguridad: "Sin dudas este año el lema en la SMLM es para los profesionales involucrados en este proceso. No tengo dudas que somos nosotros quienes tenemos en la mano el factor de cambio más importante. Las pacientes confían en nosotros y representamos una autoridad importante, motivo por el cual considero extremadamente importante que primero nos informemos nosotros y conozcamos los beneficios de la leche materna, porque solo así seremos capaces de promoverla con pasión y entrega genuina".

Pasión y entrega puede perfectamente describir la situación la de las madres en la lactancia. Porque es un acto que requiere de tiempo, gasto energético y calórico para la mamá, pero además mental. Todavía resulta muy difícil aguantar la presión social alrededor de la lactancia materna: "La leche de mamá es liviana, no llena"; "Una leche de fórmula y duermen toda la noche"; "Este bebé tiene hambre y por eso llora"; "Está grande para tomar la teta"; "Usa a la mamá de chupete": "En público mejor taparse". Estas frases y muchas más se entrometen en la experiencia de manera negativa. No hace falta decir que la maternidad, especialmente en los primeros meses de vida, nos llena de inseguridades. Y dar la teta, es un acto de inmensa responsabilidad y amor. Probablemente ninguna madre quiera que su hijo pase hambre o llore desconsoladamente. Y esas frases pueden perjudicar la confianza de la mamá y su entorno, lo que repercute negativamente, por ejemplo, en la producción de leche. Por eso es clave la información en el entorno que acompaña.

La leche es alimento, el mejor del mundo para los bebés. El más completo desde lo nutricional, el que es capaz de proveer de anticuerpos. El alimento que cambia su forma, porque es tejido vivo, y se ajusta a las necesidades de ese bebé. La composición de la leche cambia si el niño está enfermo para aliviar la afección. Va variando a medida que las necesidades de crecimiento del niño también lo hacen. Y además, es contención y seguridad para bebé y mamá. Comprender lo complejo de amamantar -aún a pesar de que es el más natural del mundo- es fundamental. 

Y por eso el lema de la semana entiendo que no es responsabilidad estricta de la madre. Quienes acompañan, son parte de esa red de apoyo y son piezas que también decidirán si la aventura es disfrutable y saludable para todos y sobre todo, si llega a buen puerto. 

Matías Criado es Psicólogo y diplomado en masculinidades, además es padre de dos.
Diego Pins, Counselor y está especializado en crianza respetuosa. Es también padre de uno. Juntos tienen en redes la cuenta de @Paternandok y aportan su visión desde la masculinidad: 

"Lo primero que pensamos es que como varones, debemos fomentar, sugerir, y cuidar en cada uno de los espacios que ocupamos, el que haya áreas adecuadas para que cualquier madre que quiera dar el pecho pueda hacerlo a gusto y se sienta resguardada en su intimidad y la del bebé.
Aprovechamos para hablar de todo lo que los padres podemos hacer para promoverla y protegerla, ya que amamantar no es tan simple como a veces creemos. De por sí, entender que poner el cuerpo para dar la teta es una tarea demandante, aunque la madre lo haga mientras está sentada o acostada. A muchos varones les cuesta entender lo agotador que puede ser este trabajo, tanto física como mentalmente".

En sus palabras, hay gestos y responsabilidades que ya sea varones o acompañantes en general, ayudan y contagian con el ejemplo: "En los primeros días de establecimiento de la lactancia, acompañar a nuestra pareja acomodando almohadones, ofreciendo agua, ser una escucha y estar presentes en consultas con profesionales son algunas de las posibilidades que tenemos de ejercer nuestra paternidad activamente, siendo corresponsables.
También debemos respetar tiempos y lugares para que las mujeres puedan dar la teta todo aquello que consideren, ya que no solo es alimento sino una manera de vincularse entre mamá y bebé. Hablarlo con otros padres acerca de cómo acompañan la lactancia con sus familias".

Soledad agrega: "Por suerte en Argentina existen leyes y políticas públicas que garantizan los derechos de las personas a amamantar y ser amamantadas, como la Ley N° 26.873 de Lactancia Materna".

Lo que apunta resulta otro de los puntos clave para que la lactancia sea exitosa. Respaldarse en leyes ayuda por ejemplo a contar con espacios en los lugares de trabajo como lactarios para que se promueva y fomente la continuidad de la lactancia, aún cuando las madres vuelven a sus rutinas laborales. 

Puede parecer que la lactancia es un hecho de a dos, mamá y bebé. Pero lo sagrado o íntimo de esa situación no exime a la sociedad en sus diferentes círculos de la responsabilidad de ayudar, fomentar y alentar la lactancia materna.