El arzobispo de Salta, Mario Cargnello, y otros dos religiosos fueron acusados de hostigar a las monjas del Convento San Bernardo de Carmelitas Descalzas, durante más de 20 años.

El convento San Bernardo alberga a 18 monjas y según Claudia Zerda Lamas, abogada de las víctimas, padecieron violencia de genero y hostilidad durante 1999 hasta el lunes pasado.

Esto provocó que la madre superiora decidiera hacer la denuncia. "Las carmelitas descalzas necesitan vivir sin violencia, cuidar su integridad física, que respeten sus creencias y la autonomía del monasterio”, expresó su abogada.

Por esto es que se le prohibió el acercamiento a los acusados a la residencia y deberá presentarse a una audiencia el próximo 3 de mayo.

El trato que reciben las monjas por parte de la máxima autoridad de la Iglesia Católica de Salta les genera un “enorme sufrimiento y daño desde hace muchos años”, destacó la letrada. 

La denuncia fue radicada la semana pasada ante la Oficina de Violencia Familiar y de Género de Salta,  que recayó en el Juzgado de Violencia Familiar y de Género 3, con la carátula "Monasterio San Bernardo de Carmelitas Descalzas contra Cargnello, Mario Antonio; De Elizalde Martín, por violencia de género”. 

El cura Lucio Ajaya también fue incluido por las denunciantes. 

Respecto a la violencia padecida, la abogada destacó: “agresiones verbales, otras que han ido un poquito más, amenazas”. "Amenazar o soslayar la posibilidad que pueda ser intervenido el convento, sin razón por supuesto, y que pierdan su casa, su hábitat natural”.