El obispo castrense Santiago Olivera criticó mediante una carta pastoral las prisiones preventivas que afectan a militares procesados en causas de lesa humanidad.

En el texto, el obispo de la diócesis de Cruz del Eje calificó como "triste" la situación que viven los represores que están siendo juzgados por violación a los derechos humanos. Además, remarcó que varios se encuentran "sin proceso, con detenciones preventivas por más de dos años, con edades muy avanzadas, enfermedades y delicados estados de salud”.

“Muchas veces se percibe que, de hecho, los derechos humanos no son iguales para todos”, expresó el monseñor Olivera, quien criticó además la cadena perpetua y la calificó como "una pena de muerte oculta".

“Todos los cristianos y los hombres de buena voluntad están llamados a luchar no sólo por la abolición de la pena de muerte, legal o ilegal que sea, y en todas sus formas, sino también con el fin de mejorar las condiciones carcelarias, en el respeto de la dignidad humana de las personas privadas de libertad", expresó.

La reacción de Abuelas de Plaza de Mayo

Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas, dijo al respecto: "Es escandaloso. Un miembro de la Iglesia debería bregar por la vida y no por la muerte. Estas personas detenidas son criminales que elaboraron un plan sistemático de opresión y muerte. Se robaron bebes. No merecen ningún tipo de beneficio que no corresponda a la calidad de los delitos que han cometido".

Además, recordó que no se está violando ningún derecho: "La Justicia está cumpliendo con los códigos procesales. No hay nada ilícito. Además, hay que tener en cuenta que no son delincuentes comunes. Son personas que secuestraron, torturaron, asesinaron y enterraron personas en centros clandestinos. No se los puede comparar con presos comunes".