Que la pandemia movilizó y cambió al mundo, no es novedad. Y desde los primeros tiempos, las fábricas de respiradores artificiales también se vieron influenciadas.

La decisión del gobierno nacional desde un primer momento fue que las instaladas en el país sólo produzcan para el Estado, con el fin de centralizar la demanda, evitar complicaciones de la compra extranjera, y que exista un reparto equitativo en el territorio.

En ese camino hubo firmas radicadas en Córdoba que debieron adaptarse.

Y una de ellas fue Tecme, que desde un primer momento suspendió exportaciones y vio incrementada su producción.

En su planta, de más de 4.500 metros cuadrados ubicada sobre la avenida Circunvalación de la capital, destinaba el 80% de sus productos a comerciar con 50 países, desde Brasil, China, Alemania e India, en adelante.

Pero su situación se vio modificada.

Un Hércules uruguayo

El avance de la pandemia cumplió un año, y fue la misma firma la que fue autorizada para poder realizar una venta con el gobierno uruguayo.

Así, días atrás un avión Hércules de la Fuerza Aérea del vecino país especialmente acondicionado aterrizó para llevar unos 80 respiradores. Según el anticipo del presidente Luis Lacalle Pou, el acuerdo sería por unos 150, por lo que habría otro viaje previsto.

Desde hace un mes que la situación por la pandemia se tornó delicada, tras mucho tiempo de tranquilidad.

El ministro de Defensa Nacional, Javier García, adujo que "mejor que no se necesiten, pero si así fuera, están aquí".