Un grupo de mujeres presentó un amparo judicial y denunció discriminación por parte de la empresa Movi, en Rosario. El reclamo solicita además que se cumpla la ordenanza municipal que promueve el ingreso de mujeres a las empresas de transporte urbano de pasajeros.

En este contexto, el líder del gremio de transporte, Manuel Cornejo, le confesó a una radio que, desde lo personal, considera que "es un trabajo muy, pero muy duro para una mujer" y luego agregó: "El cuerpo de la mujer no está preparado para manejar un colectivo".

A pesar de la polémica frase, Cornejo aclaró en esa entrevista radial que "la UTA no tiene ningún problema de que trabajen mujeres". Recordó que cuando fueron consultados sobre la paridad de género en los chóferes de colectivo, el gremio aclaró que les significaba lo mismo: que ganaban igual, que hacían lo mismos aportes, que no había diferencia en ese sentido.

El titular del gremio justificó sus dichos argumentando el problema de la exigencia física del trabajo: "Es un trabajo de un gran traqueteo arriba del colectivo. Creo que el organismo de la mujer no está preparado para ciertas cosas". Recalcó que el cuerpo de la mujer no es igual al del hombre y que el de ellas tiene menos resistencia.

El conflicto comenzó en febrero de este año, luego de la acción de amparo que presentó Érica Borda, una chofer de la línea 140 que fue despedida y no logró conseguir trabajo de conductora por ser mujer.