El fiscal Andrés Godoy a cargo de la Unidad Fiscal de Emergencia Sanitaria (UFES), confirmó que, hasta el momento, hay cinco personas imputadas por tener responsabilidad en el foco de contagios por coronavirus con la variante Delta que se detectó el jueves de la semana pasada.

El paciente denominado “paciente cero”, que fue quien inició el brote de contagios de coronavirus en la ciudad, es un ciudadano Boliviano, nacionalizado argentino, de 62 años de edad.

El hombre que tiene residencia en Córdoba, en barrio Nuestro Hogar I llegó al país vía aérea desde Lima, Perú. Ingresó por Buenos Aires en el aeropuerto de Ezeiza, desde donde viajó hasta Córdoba en automóvil.

Al llegar presentó un test PCR negativo de coronavirus y firmó la declaración jurada en la que se comprometió a cumplir el aislamiento obligatorio y todas las medidas sanitarias vigentes para el ingreso a la Argentina.

Según consta en el expediente judicial, el paciente cometió al menos tres faltas en los protocolos: salió a cenar a un restaurante con una de sus hijas, realizó compras en un comercio cercano a su hogar y habría participado de un encuentro social con muchas personas, incluso más de las permitidas con el esquema vigente de reuniones sociales. Esa reunión, desencadenó la mayoría de los contagios detectados hasta el momento en diferentes barrios de la ciudad.

Tanto él, como su yerno, que vive en la misma casa y por lo tanto es considerado contacto estrecho, aunque también violó el aislamiento, están imputados por violación del artículo 205 del Código Penal, por violación de las restricciones, que prevé penas de entre seis meses y dos años de prisión.

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"Propagadores" de la enfermedad

Por otra parte, siempre según la investigación que lleva adelante Godoy, hay otras tres personas imputadas en la causa por el presunto delito de propagación de enfermedades contagiosas, que tiene penas mucho más severas que van desde los tres a los 15 años de prisión.

En este caso los imputados son dos mujeres y un hombre, todos familiares del paciente cero, que son comerciantes y que, aun sabiendo que habían dado positivo de Covid siguieron trabajando en sus locales en contacto con clientes.

De los cinco imputados, dos de ellos, el paciente cero y una de sus parientes, están internados por un agravamiento en sus cuadros de salud por el coronavirus, mientras que los otros tres permanecen cursando el aislamiento en un hotel céntrico de la ciudad.

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Desde la fiscalía indicaron que por el momento son sólo estos cinco los imputados, pero advirtieron que se está realizando el seguimiento de las decenas de personas que deben permanecer aisladas y que podría haber nuevos imputados en caso de detectarse alguna violación de las normativas sanitarias.

Fuente: Informe del periodista Jorge Vasalo

¿Qué es la variante Delta?