Este domingo 28 de junio se cumplen 51 años del ataque policial a gays, lesbianas y trans en el pub Stonewall Inn, en el barrio Greenwich Village, en Mahattan, Nueva York.

Desde ese entonces comenzó a celebrarse, cada año, el Día Internacional del Orgullo Gay, hoy, sumando más identidades, se denomina Día Internacional del Orgullo LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales).

La lucha de agrupaciones y movimientos LGBT con el apoyo de sectores sociales y políticos impulsaron a que, en Argentina, se debatan y sancionen dos de las leyes más importantes de la historia del país: Ley de Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad de Género.

La Ley de Identidad de Género Nº 26.743 fue sancionada el 9 de mayo del 2012.

Entre sus principales puntos establece que toda persona tiene derecho:

a) Al reconocimiento de su identidad de género

b) Al libre desarrollo de su persona conforme a su identidad de género

c) A ser tratada de acuerdo con su identidad de género y, en particular, a ser identificada de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad respecto de el/los nombre/s de pila, imagen y sexo con los que allí es registrada.

¿Qué es la identidad de género?

La ley explicita que se trata de la “vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo. Esto puede involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal a través de medios farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que ello sea libremente escogido. También incluye otras expresiones de género, como la vestimenta, el modo de hablar y los modales”.

La normativa indica además que todas las personas mayores de dieciocho años de edad podrán acceder a intervenciones quirúrgicas totales y parciales y/o tratamientos integrales hormonales para adecuar su cuerpo, incluida su genitalidad, a su identidad de género autopercibida, sin necesidad de requerir autorización judicial o administrativa, sólo con el consentimiento de la persona.

Voces Trans: Ley de Identidad de Género y los derechos que faltan

La lucha continúa

Aunque el avance en la Ley de Identidad de Género es prácticamente inédita en el mundo, la comunidad trans sigue con graves problemas.

Varias organizaciones y colectivos, estimaron que la esperanza de vida de una persona trans en Argentina ronda entre los 35 y 38 años cuando en el país se estima que la esperanza de vida de la población en general es de 78 años en promedio.

Este indicador es producto de diversas injusticias: falta de acceso al trabajo formal, a la salud, a la vivienda y a la educación, y crímenes de odio.

En cba24n.com.ar recabamos testimonios para conocer el alcance y el impacto de esta Ley en personas trans y los problemas que siguen enfrentando. 

Ivanna Aguilera

Foto: Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC
Foto: Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC

Ivanna Aguilera es referenta del Área Trans Travesti y No Binarie de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC y directora del departamento de Género y Diversidad de ATE Córdoba. Es una gran una referenta de la lucha trans y travesti en Córdoba y a nivel nacional.

Cba24n: ¿Por qué es importante la Ley de Identidad de Género?

IA: La Ley de Identidad de Género es una ley sumamente importante. Es una ley muy trabajada, hablada, debatida y de avanzada porque no solamente respeta la identidad de género sino que también respeta la identidad autopercibida.

Es la ley a nivel mundial más avanzada que hay con respecto a las personas trans y travestis. Nos adecuó a aquellas que necesitamos adecuar nuestras identidades en los papeles y nos permitió tener una herramienta jurídica que nos proteja.

Cba24n: ¿Cuáles son los problemas que tiene la comunidad trans?

IA: A 8 años de la Ley de Identidad de Género, la población trans y travesti tienen una expectativa de 36 años de vida. Esto es producto de la falta de acceso al trabajo formal y la falta de acceso al trabajo conlleva que se reduzca la expectativa de vida.

Aparte de los papeles, la Ley no ha sido puesta en funcionamiento, no se la respeta y no tenemos proyectos, por parte de los poderes ejecutivos, de inclusión laboral. La principal forma de sobrevivir de las personas trans y travestis sigue siendo el ejercicio de la prostitución. Luchamos para tener la equidad e igualdad para desarrollarnos en la vida como los demás.

En lo que va del año tenemos 39 trans y travestis asesinadas. Todas en el ámbito prostibulario.

Cuando vamos a dejar nuestros CV, se nos rechazan por el solo hecho de ser trans y travestis. Cuando nuestros cuerpos atraviesan una puerta de oficina, directamente somos rechazadas.

Cba24n: ¿Cómo atraviesan la pandemia las personas trans?

IA: Dentro de esas políticas de emergencias del Gobierno Nacional,  las personas trans y travestis no estuvimos contempladas. No tuvimos ayuda por parte de los gobiernos.

Con una población trans donde el 90% ejerce la prostitución, hace tres meses que no salen a la calle, vienen los desalojos, están mal psicológicamente y hay que comer, no se puede tener salud si no podes comer.

Hemos creado una red de contención que no es nada nueva porque en los año 90 y 80 nosotras teníamos que tener una red de contención. En esa época, a nosotras nos llevaban presas. Como no había celulares y los de línea no los tenía todo el mundo, a veces caías y estabas dos o tres días tirada sola en una celda.

Con la pandemia esta red volvió a reflotar.

Voces Trans: Ley de Identidad de Género y los derechos que faltan

Katrina “Kitty” Quispe

Voces Trans: Ley de Identidad de Género y los derechos que faltan

Katrina “Kitty” Quispe actualmente trabaja en radio Pulxo y en el Centro Técnico de Peluquería en barrio Villa El Libertador y es integrante de Ser Trans Córdoba. Participó de la inauguración del primer consultorio inclusivo en el Hospital Príncipe de Asturias. Es actriz, peluquera, enfermera recibida en la UNC. Fue representante de ATTTA (asociación de Travestis Transexuales y Transgéneros de Argentina) a nivel nacional, fue directora del Centro Vecinal de barrio Comercial y Subdirectora de Políticas de Género de la Municipalidad de Córdoba. 

Cba24n: ¿Que cambió la Ley de Identidad de Género en la vida de las personas trans?

KQ: Soy de una generación en la que estábamos privadas de derechos, donde sufríamos violencia familiar desde la infancia. Hoy por hoy se están tratando y se están visibilizando las infancias trans. En mi generación eso no existía, al contrario, en vez de ayudarnos nos discriminaban nuestras propias familias. 

Hemos sido siempre negadas, hemos vivido con vergüenza, con miedo. La vida nos ha lastimado y esas heridas siguen estando en nuestras almas. Cada una trata de sobrellevarlas de la mejor forma. Por supuesto que una no debe quedarse con lo malo, si no se estanca en la vida. Siempre tiene que seguir construyendo para adelante. 

El día de la sanción (de la Ley) para nosotras fue una fiesta, un logro de muchas organizaciones. No estaban tan politizadas como hoy, se luchaba por una causa. Ese día no teníamos vergüenza. En mi caso tenía vergüenza de decir cómo me llamaba, porque teníamos que ir al médico y por el solo hecho de no pasar esa vergüenza, esa incomodidad, muchas personas trans no iban. 

A la gente de salud como en todos los niveles del estado, municipal, provincial y nacional, deberían darle charlas y capacitarla sobre cómo tratar a una persona transgénero. 

Cba24n: ¿La Ley ayudó en lo laboral?

KQ: No creo que la Ley de Identidad de Género haya ayudado en nada a la inserción laboral porque son dos cosas distintas. 

La Ley de Identidad de Género nos daba la posibilidad, ante la ley, de llamarnos como nos sentíamos construidas o construides. 

El acceso laboral es otra cosa, seguimos negadas a tener un trabajo digno y a tener las mismas oportunidades. 

Hay planes sociales, cooperativas, programas y otras cosas que disfrazan lo que es la inserción laboral. Pero el Estado debería darle a las personas trans las mismas posibilidades para que una persona trans también pueda estar en una oficina, para que pueda desarrollarse en lo que estudió o en lo que quiera. 

En Córdoba no existe una inclusión real a nivel laboral. Lo que necesita la gente trans es derecho a un trabajo digno y las mismas oportunidades que tienen las personas cis. 

El Estado provincial con tal de seguir negando la posibilidad de que una persona trans tenga acceso a un trabajo del estado va a seguir sacando planes y programas de todo tipo.

Cba24n: ¿Cómo afectó la pandemia a las personas trans?

KQ: Antes de la pandemia, las personas trans sufrían muchísimo porque no tienen otra salida. Las que se desempeñan en el trabajo sexual, muchas alquilan o pagan por día las pensiones, los hoteles. Al no tener un ingreso diario, no tienen cómo pagar una vivienda, un medicamento, una comida del día. 

Las organizaciones trabajan mucho pero falta bastante en la inclusión real. Lo que nos une y nos puede sacar de la marginalidad no es solo la lucha sino también el estudio y la igualdad de oportunidades.

Casandra Sandoval

Voces Trans: Ley de Identidad de Género y los derechos que faltan

Casandra Sandoval es periodista trans salteña. Trabaja en el área de Género de la SAFCI en Córdoba. Integró el equipo del programa Territorio Diversidad que se emitió el año pasado por Villanos Radio de Villa Carlos Paz. Colabora para la Agencia Sudaka TLGBI, integra Red PAR (Periodistas de Argentina en Red por una Comunicación no sexista). Es secretaria la Convocatoria Federal Trans Travesti Argentina y columnista del programa Subversiones de la 102.3 FM de los SRT.

Cba24n: ¿Que cambió la ley de identidad de género en la vida de las personas trans?

CS: Creo que la Ley de Identidad de Género ha sido la base o el piso de acciones políticas concretas desde nuestro colectivo LGBTI, principalmente el travesti, trans, con proposiciones más profundas, de significancia de nuestras formas de construir nuestras identidades. 

Ha sido una bisagra: un antes y un después. 

Hoy somos sujetas, sujetes, de derecho porque un Estado reconoce nuestra identidad, pero hay una salvedad que vale la pena ponerla en sintonía con la realidad por la forma en que se ha trabajado y negociado la última propuesta de ley aprobada: desde ese momento, les ciudadanes podemos acceder a la rectificación de nuestros datos en los DNI pero aparece el reconocimiento en términos de binariedad (varón o mujer) y creo que hoy muchas compañeras travestis vienen reclamando su reconocimiento como identidad travesti o como feminidad travesti, que es todo un tema porque no hemos podido, a pesar de la ley, corrernos de esa forma binaria de pensar nuestras identidades.

Cba24n: ¿Ayudó en lo laboral?

CS: La Ley ha sido una herramienta fundamental en la potenciación de nuestros reclamos y nuestras luchas que hoy vuelven a visibilizar una agenda traducida en un reclamo que es el acceso al trabajo. Hace más de una década que venimos reclamando firmemente que necesitamos acceder a un trabajo digno, bien remunerado, que nos permita formarnos, capacitarnos, que nos permita crecer como profesionales, entendiendo que es el Estado quien primero debe hacerse cargo de esta problemática que afecta directamente en la vida del colectivo travesti trans y que nos arroja a la calle, al ejercicio de la prostitución, a exponernos a momentos que no queremos para nuestras vidas y que hoy se traduce en propuestas de leyes de inclusión/cupo laboral con propuestas que han comenzado a ser discutidas en el Congreso el martes pasado.

Si la ley ayudó en lo laboral, es complicado. En mi caso sí, pero al 95% del colectivo travesti trans en Argentina no lo ha sido tanto.

Soy parte del equipo de la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (SAFCI) Córdoba que depende del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.

He trabajado 15 años ahí, primero en mi pueblo natal, en Tartagal, Salta, con mujeres de pueblos y comunidades originarias.

Hace dos años atrás fui despedida y en diciembre del 2019 me reinstalaron -término legal utilizado- y pude pedir el pase para Córdoba donde el equipo recién está tratando de volver a funcionar porque la SAFCI ha sido desguazada en estos 4 años de gestión macrista.

Cuento esto porque uno de los argumentos con los que he peleado para recuperar mi trabajo, es que soy la única persona trans trabajando en la órbita del Ministerio.

Entiendo que la reincorporación absoluta se dará en estos próximos meses.

A mí me permitió poder defender una construcción y una historia de trabajo, atravesada por mi identidad, porque no ha sido cualquier persona la que pudo desarrollar una actividad socio- comunicacional en mi pueblo porque he trabajado más de 12 años formando a comunicadoras y comunicadores indígenas, siendo parte del equipo fundador de la primera radio comunitaria de la provincia de Salta, entre muchas acciones.

Mucho ha tenido que ver esa construcción de la identidad.

Cba24n: ¿Cómo afectó la pandemia a las personas trans?

CS: La necesidad de un reclamo hacia un Estado que históricamente nos invisibilizó, nos negó, hoy se traduce en propuestas que también han nacido de nuestras luchas y propias experiencias organizativas porque hoy, más que nunca en este contexto de pandemia, que se puedan pensar herramientas que nos dignifiquen, que cambien nuestras formas de vivir, que mejoren nuestra calidad de vida es muy importante, y eso se va a traducir en leyes, en reconocimiento de derechos: el de acceso al trabajo es un derecho que históricamente nos fue negado a las travestis y trans en Argentina.

Por eso el grito desesperado de muchas compañeras en diferentes puntos de la Argentina. Muchas compañeras nos cuentan la tremenda y dura situación en la que están viviendo: arrojadas prácticamente a la calle, sin contar con un lugar estable para estar, sin saber si el día de mañana va a poder comer.

En el caso de las compañeras que se prostituyen, están sin poder salir para conseguir el peso para sostenerse. La situación es muy compleja, muy dura y los medios de comunicación no lo están contando.

Celeste Giacchetta

Foto: La Voz
Foto: La Voz

Celeste Giacchetta es psicóloga y secretaria de Género del Observatorio Regional de Democracia Participativa (ORDP). Además, es coordinadora del Seminario Latinoamericano de Problemas Jurídicos Fundamentales de la Diversidad Sexual y es referenta de la Federación Argentina LGBT. Actualmente trabaja en LRA7 Radio Nacional.

Junto con Matías Trigo, es madre de Luan, el primer bebé de Córdoba hijo biológico de mamá y papá trans.

Cba24n: ¿Que cambió la ley de identidad de género en la vida de las personas trans?

CG: Fue una ley pionera mundial porque despatologiza nuestra identidad. Antes de la Ley de Identidad de Género, tenía un miedo terrible al mundo en general porque no podía acceder a la Justicia si me pasaba algo. Ante la mirada de los policías, en ese momento, éramos criminales. Estábamos asociadas a la prostitución, a las drogas y nada más, en la vista de la policía.

La verdad que a ninguna se nos ocurría ir a una comisaría que era adonde nos llevaban presas, nos violaban o nos pegaban por hacer una denuncia, y menos con un DNI que no era acorde a nuestra identidad.

No tenía acceso a las instituciones, un poco por la violencia institucional y otro poco porque una tiene una historia de negación y de no acceso. Se crea este perfil de "no voy a ir" porque igual no voy a poder.

Ahora tengo un DNI que me permite acceder a espacios que estaban hasta ese entonces prohibidos y acceder desde un lugar humano y no violento. Como por ejemplo ir al médico y que te llamen con el nombre que te identificas. Esto parece una tontería, pero antes era sumamente expulsivo.

Cba24n: ¿Cómo fue el trámite para cambiarte el DNI?

CG: Apenas se había aprobado la ley me acompañó mi hermana porque yo tenía mucho miedo de qué iba a pasar o que no me iban a atender. No sabían nada, aún hoy el Registro Civil muchas veces no sabe hacer el cambio registral.

Recuerdo que sí me lo trajo el cartero al DNI. Mi familia estaba más emocionada que yo. Yo estaba en shock.

Cba24n: ¿Qué reclamos continúan vigentes?

CG: Los principales reclamos son los mismos de que se aprobó la ley: acceso a una salud integral, al empleo, a la educación y a una educación que no violente a las identidades trans y que no las termine expulsando del secundario como sigue pasando.

Otro derecho que está vetado es el de la familia

Cba24n: ¿Cómo afectó la pandemia a la comunidad trans?

CG: Afectó sobre todo con las compañeras del marco laboral informal y a las compañeras trabajadoras sexuales. A ellas las golpeó muy duro porque apenas empezó la pandemia hubo chicas que empezaron a denunciar la persecución de los dueños de los alquileres donde estaban porque no podían pagar semanalmente a pesar que el Gobierno Nacional había dicho que no se podían hacer desalojo.

Sucedió acá en Córdoba y tuvo que intervenir el INADI.

Además, esta situación remarca las diferencias. Históricamente somos vulneradas.