En la madrugada del 10 de diciembre pasado, Gabriel Emanuel Césare de 18 años quedó tendido sobre la calle Río Negro al 1200, en barrio Cupani, tras recibir un tiro en la cabeza que le atravesó el casco de la moto en la que se conducía, que le provocó la muerte. El fiscal Horacio Vázquez, a cargo de la investigación, ordenó la detención de Mario Alberto Ceballos de 41 años y lo imputó de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.

No obstante ello, el propio fiscal aseguró que "se continúa con la investigación de la causa, ya que faltan pericias y demás elementos,  para conformar todo el cuadro probatorio".

Si bien el móvil del hecho no está claro, algunas versiones señalaron que el joven recibió el balazo mortal luego de un intento de robo.

Un detenido por el homicidio en barrio Cupani

En ese sentido, la madre de Gabriel Césare afirmó que "aún con lo que pueda haber hecho, mi hijo merecía vivir como todo ser humano, y no ser matado como un perro y que la persona se de a la fuga, y no se ponga a disposición de la justicia, porque estamos hablando de una vida".

"Nosotros queremos que se haga justicia por mi hijo, y que el asesino pague lo que tenga que pagar", concluyó la mujer.

A su turno, Santiago Acuña, abogado de la familia del joven, confirmó que los padres pidieron ser querellantes en la causa.

Ante la versión de que el joven había intentado robar a una persona, que luego lo baleó en la cabeza como represalia y se dio a la fuga, el letrado aseveró que al joven "no se le posibilitó ejercer su defensa en un proceso legal, se lo mató en una ejecución como si en Argentina existiera pena de muerte".

Acuña, dijo que "Gabriel Emanuel Césare, más allá de lo que haya estado realizando, merecía un proceso justo y no ser ejecutado"