El comedor Rinconcito de Luz, ubicado en Barrio Juan Pablo II, fue saqueado el martes a la madrugada. Dos meses atrás recibió una donación de ollas y hoy no tiene ni las herramientas de la huerta que estaban levantando en la barriada de la capital cordobesa.

"Siento un dolor en el alma porque uno hace todo con sacrificio, estamos para ayudar a la gente, más hoy en día que está más necesitada la familia", explicó la encargada del comedor.

Al mediodía los niños y las niñas que asisten a diario llegaron esperando recibir la vianda. Pero sólo le pudieron dar un bollo de pan.

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Durante la noche y en un carro se habían llevado del comedor el anafe, las ollas donadas, otra olla prestada, cucharones, tablones y un freezer. 

Lloré toda la mañana, dijo la encargada en diálogo con Canal 10. Sin embargo levantó la cabeza para asegurar: "No vamos a bajar los brazos, fuimos a buscar el pan y los huesitos porque no nos vamos a quedar así".