La investigación sobre el asesinato de Valentino Blas Correas tras evadir un control policial tiene una derivación que apunta a lo ocurrido en la Clínica Aconcagua.

El recorrido del Fiat Argo blanco, en el que iba herido por una bala policial el joven de 17 años, llegó a la puerta del hospital de calle Rondeau la madrugada del jueves pasado. Allí las dudas se ciernen sobre porque no se lo atendió y en cambio se les recomendó a los amigos que lo llevaran al Hospital de Urgencias. Minutos más tarde la muerte se constató la muerte de Correas cuando un operativo policial rodeó el auto en la esquina de Chacabuco y Corrientes.

Este martes uno de los empleados de la Clínica Aconcagua hizo una presentación espontánea mediante su abogado para dar su versión de los hechos. José Dantona, representante legal del trabajador, aseguró que su cliente no incurrió en los delitos de abandono de persona u omisión de auxilio.

"Si hay algo que está totalmente probado es que ayudó, colaboró, lo puso adentro del auto y los guió", remarcó el letrado. Además hizo referencia a la presencia de otras personas en el lugar como empleados de áreas de admisión y médicos.

En las últimas horas el fiscal José Mana amplió la imputación contra dos policías por homicidio calificado agravado reiterado en grado de tentativa; además del homicidio calificado agravado del joven Correas.