"Dentro de poco tiempo se va a licitar un sistema de vuelos espaciales mediante el cual, desde una plataforma que quizás se instale en la provincia de Córdoba (centro), esas naves espaciales, con todas las seguridades habidas y por haber, van a salir de la atmósfera, se van a remontar a la estratósfera y desde ahí elegir el lugar al que quieran ir, de tal forma de que en una hora y media podemos estar, desde Argentina, en Japón, Corea o cualquier parte del mundo".

Esto dijo Carlos Saúl Menem en 1996 ante la atónita mirada de estudiantes, docentes y periodistas.

Además, el presidente también aseguró que ya había mantenido contactos por el tema con "una empresa multinacional" que ya operaba por entonces en Argentina y que buscaba asociarse con otras compañías en el país.

El anuncio de Menem jamás se cumplió pero las palabras del ex presidente quedaron grabadas en la memoria de los argentinos.

Pero ahora parece que sería factible ya que la potencia oriental, China, apuesta a desarrollar los vuelos de punto a punto de la Tierra, pasando por el espacio.

Por ejemplo, la posibilidad de que China logre realizar viajes suborbitales y permita unir ciudades opuestas del planeta como Nueva York y Pekín en menos de una hora.

Se lograría con naves tripuladas que saldrían de la atmósfera terrestre para luego regresar en otro punto del globo.

Según el sitio especializado en tecnología Ars Technica, la Academia China de Tecnología de Vehículos de Lanzamiento dedicó la celebración del Día Nacional del Espacio en China a destacar el éxito de la misión Chang'e 5, que partió el 24 de noviembre de 2020 hacia la Luna y regresó a la Tierra el 16 de diciembre, con muestras de suelo lunar en su interior.

De este modo, la misión logró un reingreso seguro y controlado al planeta Tierra. El éxito de la misión abre las puertas para que China se ilusione con hacer realidad vuelos suborbitales, que puedan superar los 100 kilómetros de altura y regresar a la superficie de forma segura.

¿Qué son los vuelos suborbitales?

La transportación suborbital puede considerarse como un punto intermedio entre los viajes espaciales y los vuelos tradicionales en avión. Precisamente, se trata de un tipo de vuelos que, si se desarrolla lo suficiente, podría trasladar pasajeros o carga de un punto a otro del planeta esquivando las largas distancias terrestres.

Lo que caracteriza a los vuelos suborbitales de los tradicionales es la altitud que alcanzan, ya que deben superar los 100 kilómetros de altura. Es lo que se conoce como Línea de Kármán, un límite acordado por los astrónomos del mundo para definir dónde termina la atmósfera y comienza el espacio exterior.