El ambiente bohemio se nota con nitidez. Pintores, poetas, artesanos forman parte del arte callejero de Santa Teresa, ubicada en un morro (cerro en español) donde se puede llegar con un moto taxi (es la manera más rápida de subir con una moto que suele ser obsoleta pero rendidora y cobran cuatro reales), en taxi, caminando (la última parte se hace complicada si no estás en estado), o en un tranvía muy pintoresco que cuenta con dos paradas en la subida a la colina, que es el lugar donde se asienta el barrio.

Río de Janeiro fue fundada el 1 de mayo de 1565, es decir que hay una rica historia que cuenta su evolución y cómo se fue constituyendo en una de las ciudades turísticas más importantes del mundo. En el barrio de Santa Teresa vivieron muchos de los ideólogos y pensadores de lo que expresa el axioma que puede leerse en la bandera: Orden y Progreso.

En el corazón de Santa Teresa no se pierdan Cine Casal Santa. El lugar es pequeño y muy acogedor. Lo bueno del espacio es que presenta muchas películas alternativas, rompiendo la regla de los grandes cines comerciales.

Considerada por su autor como una obra "viva y mutante", la escalera de Selarón es otro emblema turístico de Río de Janeiro. Tiene 125 metros y 215 peldaños, y está completamente revestida de piezas de cerámica de distintos colores, tamaños y formas. Está del otro lado del barrio de Santa Teresa, y es más fácil acceder por Lapa.

La muerte del chileno Selarón causó conmoción en Río de Janeiro. El cuerpo del ceramista fue hallado con quemaduras, tirado sobre los últimos escalones del Convento de Santa Teresa, a la cual él mismo había decorado con mosaicos traídos de todo el mundo en la década del 90.

El artista chileno vivía muy cerca de la escalinata, que une los barrios céntricos Santa Teresa y Lapa y se convirtió en un concurrido punto turístico desde que Selarón comenzó a trabajarla con sus mosaicos. El chileno acostumbraba a pintar, exponer sus obras y conversar con los turistas en el lugar que se conoce como "Escalinata de Selarón".

Curiosamente, el diario O Globo publicó el mismo día de su muerte una entrevista al ceramista, en la que éste confesó que venía siendo víctima de amenazas por parte de un ex ayudante de su taller.

El ex empleado, Paulo Sergio Rabello, quien según Selarón lo amenazaba porque quería quedarse con las ganancias por la venta de sus cuadros, fue interrogado por la policía, pero negó haber provocado la muerte del pintor.

Según un amigo de Selarón, el artista cayó en depresión y últimamente prácticamente no salía de su casa. La otra hipótesis de su muerte es un suicidio.

El Centro Cultural Parque das Ruinas de Río de Janeiro es otro lugar digno de visitar en Santa Teresa. Es el mayor símbolo del antiguo esplendor que tuvo el barrio de Santa Teresa a inicios del siglo XX, durante lo que se conoció como la “Belle Époque” de la Ciudad Maravillosa.

La casona colonial donde hoy funciona el Centro Cultural y que es el corazón del Parque das Ruinas, perteneció a Laurinda Santos Lobo, un personaje muy famoso en su tiempo que fue una gran mecenas de arte en el seno de una rica familia de empresarios. Laurinda Santos habitó la casa conocida en ese entonces como el Palacete Mourtinho Nobre, construida a primeros de siglo, donde reunió a miembros de la alta sociedad carioca, artistas y personajes públicos que participaban en sus famosas veladas artísticas.

Gastronomía

Los platos típicos de Brasil también se pueden degustar en Santa Teresa. Uno de ellos es Café do Alto, esta es una buena opción, que se caracteriza por contar con una cocina típica del nordeste brasileña como las moquecas de camarón. Esta ubicado en Calle Paschoal Carlos Magno 143, en el corazón de Santa Teresa.

Otro lugar bien conocido y frecuentado por locales y turistas, que definitivamente escucharás hablar en Santa Teresa es Bar do Mineiro. Es una especie de pub, simple con gente hablando y bebiendo cerveza de pie, ya que las mesas son pocas. El restaurant también ofrece feijoada los sábados. La dirección es Calle Paschoal Carlos Magno 99, muy cerca dela parada del tranvía que recorre este barrio, tan emblemático de Río de Janeiro.

En Santa Teresa hay mansiones y hoteles boutique que son un verdadero sueño para tu vida. Además el lugar al ser tan empinado y alto tiene la característica que suele tener tres grados menos que en la zona de Copacabana o Ipanema, donde el sol se hace sentir. Sin duda, la bohemia en Río de Janeiro está en Santa Teresa, un cita poco difundida y que merece ser visitada en tu viaje a la ciudad Maravillosa.

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