Luego del tembladeral político que se generó en Juntos por el Cambio, tras las explosivas declaraciones de la fundadora de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, que provocaron duras críticas y advertencias de dirigentes de algunos sectores del PRO y la UCR hacia la ex diputada, Lilita ratificó sus apreciaciones e insistió en pedir que los dirigentes de las fuerzas de su espacio, "muestren decencia de arriba para abajo".

Carrió había afirmado que en Juntos por el Cambio "no puede haber más negocios y hay algunas personas claves que hacen negocio", y provocó el inmediato cruce de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, como también de Cristian Ritondo y el presidente de la UCR y gobernador de Jujuy, Gerardo Morales.

Bullrich utilizó su cuenta de Twitter para responderle a Carrió, donde cruzó fuerte a la dirigente de la Coalición Cívica. "No puedo ver con buenos ojos el espectáculo degradante de Elisa Carrió, al golpear a dirigentes de Juntos por el Cambio objetando sus conductas éticas. Y esto sin mirar la propia y la de sus aliados. Basta, Carrió", disparó la ex ministra de seguridad.

A su turno, Horacio Rodríguez Larreta hizo lo propio y le contestó a Carrió que "ese no es el camino". El alcalde porteño afirmó en un documento tener "un profundo respeto por Lilita, una de las fundadoras del espacio junto a Mauricio Macri, pero no estoy con sus declaraciones sobre distintos miembros de Juntos por el Cambio".

Pero Carrió insistió con la cuestión, en un diálogo con La Nación, Clarín e Infobae, según señala un artículo del primero de esos medios. Allí, Lilita volvió a la carga y aseguró que "sabe que Larreta es amigo de Massa, pero no está en el negocio de la Energía" y agregó: "Estoy diciendo verdades antes de tiempo para que haya un gobierno decente de Juntos por el Cambio el año que viene". 

Además, Carrió amenazó con dejar el espacio al señalar que “si quieren que me vaya de Juntos por el Cambio, no tienen más que pedirme". En esa dirección, señaló: “Quiero que hagan una reflexión profunda...y si no, yo ya estoy fuera de todo, no quiero nada". “Yo esto lo vengo diciendo. No dije nada nuevo. Lo que pasa es que soy el medio para decir verdades que no es bueno escuchar. Pero si yo me callo, ¿no soy cómplice?”, sostuvo.

Finalmente, volvió a cargar contra Cristian Ritondo y lo acusó de "connivencia con el massismo" en la provincia de Buenos Aires y lo acusó de haberla espiado con drones de la Policía Bonaerense, cuando era ministro de Seguridad de ese distrito, que gobernaba María Eugenia Vidal. “Yo cubrí a un gobierno [por el de Cambiemos] y me tuve que aguantar operaciones de toda la SIDE de mi gobierno, de Ritondo, de Massa, que me afectaron a mi familia”.

La respuesta de la UCR

La UCR sacó también un comunicado institucional: "Repudiamos las descalificaciones de Elisa Carrió que afectan el honor de dirigentes de Juntos por el Cambio. Es una irresponsabilidad hacer denuncias falaces. Desde la Mesa del Comité Nacional respaldamos la conducta y la gestión del presidente de nuestro partido y gobernador de la provincia de Jujuy, Gerardo Morales".

Por su parte, el titular del interbloque de Juntos por el Cambio en el Senado, Alfredo Cornejo: "Ni egos ni vedettismos pueden corroer la unidad de Juntos por el Cambio, mientras que el sector de Evolución, de Martín Lousteau, sacó también un comunicado en la misma línea: "Las declaraciones de Carrió van en el sentido contrario (a la responsabilidad). Generan conflictos innecesarios. Los argentinos nos miran espantados, como si los dirigentes viviéramos en otro planeta".

Mientras tanto, el diputado por Córdoba, Mario Negri aún no se refirió al tema. En su cuenta de Twitter, su último posteo fue el 7 de agosto pasado, criticando la denuncia tras la aparición de las fotos del titular del Tribunal que juzga a Cristina Fernández de Kirchner en la causa Obra Pública, Rodrigo Giménez Uriburu, junto al fiscal que lleva adelante la acusación, Diego Luciani, en la quinta "Los Abrojos" de Mauricio Macri.

El otro que no respondió, fue Rogelio Frigerio, a quien apuntaron los dardos de Carrió, con referencias incluso a su vida privada. Lo acusó de manejar la caja de Aysa, durante la gestión de Macri y de haber querido imponer en una lista de diputados a Joanna Picetti, que se desempeñaba en esa empresa estatal y a quien luego no le permitieron asumir, por tener denuncias de violencia familiar.

Según informa Clarín, Frigerio analiza iniciar una querella judicial contra Carrió. “Es demasiado, nos iguala con el kirchnerismo”, aseguran en su entorno, consigna el diario capitalino.