A una semana de su desaparición en el Mar Argentino, en la zona de la costa del Cabo Domingo en Río Grande, provincia de Tierra del Fuego, adonde ingresó con su bote inflable mientras era filmado por su pareja Andrea Borda, se diluyen las esperanzas de hallar con vida al docente riocuartense Alejandro Buchieri de 35 años, quien residía en esa provincia desde hace algunos años.

Días atrás, y tras las dudas planteadas por familiares de Buchieri, el juez Daniel Césari Hernández, quien lleva adelante la investigación de lo sucedido, había ordenado allanar la vivienda que la pareja compartía en Río Grande y el secuestro del teléfono celular de la mujer, como también de otros dispositivos electrónicos.

Sin embargo, el magistrado comenzó a despejar las dudas al afirmar que "el Tribunal no tiene ninguna duda de que Buchieri entró al agua con el botecito”, aventando de esta manera versiones que indicaban que el profesor nunca se había lanzado al mar. Césari Hernández agregó que del análisis realizado a las filmaciones hechas por la pareja de Buchieri surge claramente esa posibilidad. 

“Son veraces, no alteradas y se corresponden al lugar y al día que fue informada la desaparición. La persona que se ve en las imágenes es fehacientemente Alejandro Bucchieri y esos archivos no han sido modificados, editados ni adulterados”, dijo el magistrado.

Con respecto a la venta a través de redes sociales de elementos que pertenecían al docente, se constató que fueron realizadas previamente a su desaparición”, ante lo cual reiteró que no hay personas imputadas por la desaparición de Buchieri. El juez reconoció que se siguen otras líneas investigativas porque es necesario dar respuestas a los planteos formulados por sus familiares. "Nos vemos obligados a investigar para dar esa respuesta a la gente que necesita, aunque sea una respuesta triste”, señaló.

Los cuerpos de rescatistas siguen con el barrido de la zona adonde desapareció Buchieri y ya llevan inspeccionadas más de 600 millas marítmas. Mientras tanto, también participan aviones en la búsqueda por aire y efectivos desplegados por tierra, aunque con resultados infructuosos tras una semana de rastrillajes.