"Las perspectivas productivas argentinas se estabilizaron en buenos niveles, tal vez por debajo del récord esperado; sin embargo, el problema que se presenta es que los precios no acompañan", advirtió Dante Romano, profesor e investigador, en el último informe de "Agro Perspectivas" del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.

“En noviembre pasado había muchas dudas, pero precios por encima de los costos. Hoy con la producción más clara los precios bajaron a niveles de quebranto y se paralizan las ventas”, señaló Romano.

“Pasamos de márgenes positivos y precios cercanos a los que se habían presupuestado al inicio del año, a valores que generan quebrantos en la mayor parte de los casos, teniendo en cuenta el costo de alquiler: 70% de los campos en Argentina se arriendan”, detalló el informe.

Entre las causas, el especialista de la Universidad Austral enumera: “De la mano del 80/20, los precios que se obtenían mejoraban respecto de los alicaídos futuros. Sin embargo, con una brecha en baja por la caída del dólar libre, ese 20% adicional comienza a ser un aporte menor, y el nivel de base de precios es bajo”.

Para Romano, los productores sí sumaron una buena noticia y es que se permitió a las empresas que habían tomado dólar soja a comprar MEP. “Esto permitiría que quien quiera vender y cobrar, generando excedentes transitorios, pueda redolarizarse".

Igualmente, la caída de los precios mantiene baja la comercialización, y presenta un desafío en términos de que los compradores logren que el productor ponga precio a sus granos, y en ingreso de divisas para el país.

Por su parte el analista económico, financiero y consultor privado Salvador Di Stéfano, sostiene que "los dólares del campo no van a estar en la magnitud esperada, trigo, maíz y soja bajaron considerablemente desde junio de 2022 a la fecha, la caída en soja rondaría el 45%, mientras que en trigo y maíz supera el 50%".

Se estima para este año ingresos por menos de u$s33.000 millones, cuando en el 2022 sumaron u$s46.500 millones, "esto deja al productor de un campo con pocas posibilidades de rentabilidad, en un contexto de altas retenciones, tipos de cambios diferenciales para la exportación e importación, mal clima, alquileres altos y una inflación galopante", indicó Di Stéfano.

Fuente: Ámbito Financiero.