En su primer discurso tras ser elegido como el próximo presidente, Javier Milei dijo que “los cambios que Argentina necesita son drásticos, no hay lugar para las medias tintas. Si no avanzamos rápido con los cambios”, los problemas se agravarán, señaló, en un adelanto de lo que serán las políticas de shock que aplicará una vez que asuma.

Asimismo, sostuvo que “es una noche histórica: se ha terminado una forma de hacer política y comienza otra”.

En otro tramo del discurso expresó que “hoy comienza la reconstrucción de la Argentina” y agradeció a su hermana Karina, a los votantes y fiscales y a Mauricio Macri y Patricia Bullrich.

“Argentina tiene futuro, pero ese futuro existe, si es liberal”, resaltó. “No vinimos a enmendar nada, vinimos a hacer lo mismo que en el siglo 19 en nuestro país. Si abrazamos las ideas de la libertad, en 35 años volveremos a hacer una potencia mundial”, afirmó Milei.

Luego señaló que los que se quieran sumar “serán bienvenidos” y pidió al gobierno que se haga cargo de su responsabilidad hasta el 10 de diciembre, dando a entender que no participará en la transición.

Más adelante, remarcó que su gobierno cumplirá "a rajatabla con los compromisos que ha tomado".

“El modelo de la decadencia ha llegado a su fin, no hay vuelta atrás. Todos aquellos que quieran sumarse a la nueva Argentina, serán bienvenidos, no importa de dónde vengan” aseveró. 

"No hay lugar para los violentos, para los que violan la ley para defender sus privilegios, vamos a ser implacables. No hay lugar para el gradualismo, para la tibieza, no hay lugar para medias tintas", indicó Milei desde el búnker de su partido.

En el discurso, no adelantó nombres de su futuro gabinete y volvió a agradecer el apoyo “desinteresado” de Macri y Bullrich.

Aclaró que "mañana desde la primera hora de la mañana" se pondrá "a trabajar para que el 10 de diciembre podamos traer las soluciones que los argentinos necesitan".

Tras su triunfo en el balotaje, el libertario dijo que "es una noche histórica, en la que se ha terminado una forma de hacer política y comienza otra", consideró que “a pesar de los problemas enormes que tenemos, Argentina tiene futuro pero existe si es liberal”.

Finalmente, cerró su alocución con el clásico “Viva la libertad, carajo”.