Definiciones muy fuertes dejó la última aparición televisiva de Mauricio Macri. El expresidente habló del intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner y aunque dijo que en un primer momento sintió "un shock" y que "por suerte no pasó de un intento", consideró que lo que hizo el gobierno luego fue "grotesco" y habló de "sobreactuación" por la decisión de declarar feriado el día siguiente al hecho.

"Encima para cargar de más resentimiento y más odio, echando culpas de algo que queda claro que es algo individual de un grupito de loquitos y que no está orquestado políticamente", expresó Macri, que reafirmó su opinión aunque admitió no haber leído mucho sobre el tema.

Además, el exjefe de gobierno porteño minimizó lo sucedido con la vicepresidenta en relación a hechos que le tocó atravesar a María Eugenia Vidal y a él mismo: "Esto no es el atentado que tuvimos con María Eugenia en Mar del Plata apenas comenzaba mi gobierno, que nos podrían haber matado con las piedras que tiraban. O en Traful, como me pasó tiempo después con los de ATE, también socios de este gobierno. Esas eran movilizaciones políticas para agredir".

En la entrevista con La Nacion+, Macri se refirió a la desconfianza que hay en un sector de la población respecto a la veracidad de los hechos: "Este hecho de haberle mentido tanto tiempo a la gente le hace desconfiar de algo que yo creo que existió, sucedió. Más allá de la mala reacción de la custodia y cosas que llevan a la confusión".

Encuentro con Cristina, ¿sí o no?

En las últimas horas circularon versiones de gestiones para concretar un encuentro entre Cristina y Macri. Sobre esto, el expresidente dijo que "para que se dé tiene que existir la verdad y tiene que haber honestidad intelectual". "Las conversaciones que he tenido con ella han sido todas frustrantes. Además tuvimos el episodio de que no me entregó los atributos. Ojalá haya diálogo, Dios lo permita. Pero no puede ser para arrancar hablando del lawfare, que nunca existió", completó.

Reveló que recibió un mensaje de Eduardo Valdés, aunque confesó no haberle respondido. "Empieza a hacer esta convocatoria quien dijo horas antes que había tres toneladas de discursos de la oposición, de editoriales periodísticas, de fallos judiciales que habían gatillado el arma cuando todos unánimemente repudiamos este hecho", agregó Macri.

Críticas al Frente de Todos y liderazgos a toda prueba

El nacido en Tandil calificó al gobierno como "un ejército de demolición", opinó que "en este momento no gobierna nadie" y se enfocó en la gestión de Massa: "Está buscando ganar tiempo sin resolver ninguno de los problemas de fondo que tiene la Argentina. Hay un gobierno que gasta cualquier disparate y que a cualquier cosa que se mueve le quiere cobrar un impuesto".

"Todos ya saben que si a mí me tocó el tercer subsuelo, ahora a la Argentina este gobierno la va a dejar en el séptimo subsuelo", manifestó. Consultado sobre la situación de empresas públicas como Aerolíneas Argentina, Macri lanzó que "no pondremos un dólar más, si ellos no pueden vivir con lo que venden de tickets, desaparecerá".

Además, trazó una arrojada comparación con lo que se podría haber hecho con la plata de Aerolíneas: "Si la empresa no hubiera sido estatizada, todos los argentinos tendrían cloacas y agua potable".

El periodista Luis Majul le marcó que ese modelo que Macri propone generaría una gran conflictividad social y podría llegar a haber muertos, a lo que Macri respondió: "El liderazgo tiene que bancárselo, tiene que bancarse lo que venga. No debería haber muertos, debería haber debate de ideas. Pero no podemos seguir en manos de grupos mafiosos".

La interna cambiemita

"O somos el cambio o no somos nada". Con esa definición, Macri trazó su postura sobre cuál tiene que ser el discurso de su coalición ante el año electoral. Mencionó a tres dirigentes de su espacio con pretensiones presidenciales -Rodríguez Larreta, Bullrich y Vidal- e indicó que "están muy bien plantados, mucho mejor que hace un año".

Sin embargo, se distanció de Rodríguez Larreta: "Pregona algo muy dialoguista. Si la gente nos empodera esta vez para hacer un cambio económico además de institucional, hay que hacerlo".

En ese sentido, Macri sostuvo que se arrepiente de la apertura al diálogo que considera que tuvo durante su gobierno: "Hicimos 'buenismo', como dice Pichetto".