Las transferencias discrecionales volvieron a caer con fuerza durante febrero, con un achicamiento en términos reales del 88% contra el mismo mes del año pasado. A eso se sumó la corrección de las transferencias automáticas, que bajaron un 19,5% interanual en términos reales. 

Para lo que depara el resto del año, estimaciones privadas calcularon que los ingresos provinciales caerán un 10,7%, no sólo por la fuerte reducción de las transferencias, sino por una menor recaudación tributaria en cada uno de los distritos, consecuencia de la reducción en la actividad económica. Si eso se prolonga, los gobernadores se verán obligados a reducir el gasto, por ejemplo, vía despido de empleados públicos, subir impuestos o emitir cuasimonedas, opciones que ya son impulsadas por algunas administraciones. 

Según IARAF, durante febrero el gobierno nacional envió a las provincias y CABA unos $2.212.000 millones en concepto de coparticipación, leyes complementarias y compensaciones. Si se descuenta la inflación estimada para ese mes, ese monto se traduciría en una caída real de 19,5% interanual. "Esta caída es explicada principalmente por el mal desempeño interanual real en la recaudación del impuesto a las ganancias (38,3%) y un incremento de recaudación de IVA del 3,5%", explicó su titular, Nadin Argañaraz. En el acumulado al primer bimestre del año, las transferencias automáticas acumularon una caída real del 15,4%, el monto más bajo para ese periodo en 9 años. 

Además, desde IARAF agregaron que las transferencias no automáticas cayeron un 88% real en febrero y un 91% durante los primeros dos meses del 2024. Con datos similares, desde la consultora Politikón Chaco comentaron que "el 69,7% de las transferencias no automáticas pagadas correspondieron a actividades del Ministerio de Salud, en particular, como asistencia a Hospitales". Por su parte, el 29,1% correspondió a envíos del Ministerio del Interior.

Desagregados los datos, todas las provincias exhibieron bajas. La menor fue Chubut, con un rojo de 11,6%, ya que recibió un Aporte del Tesoro Nacional (ATN) por $1.500 millones. Siguió Santa Cruz, con un 64,1%, debido a que recibió fondos para el Hospital de Alta Complejidad SAMIC El Calafate; y Tucumán, que recibió también un ATN por $2.000 millones y tuvo un rojo del 67,9%. "En otras catorce provincias, la caída fue superior al 99% real", remarcó Politikón.

Invecq estimó que "las transferencias del gobierno nacional representaron el 6,3% de los ingresos totales de las provincias (4,8% corrientes, 1,5% de capital), aunque con una importante heterogeneidad: mientras que para La Rioja y Santiago del Estero estos números treparon a 19,9% y 9,4%, respectivamente, para el caso de Neuquén y Chubut el porcentaje fue mucho menor (1,7% y 1,9%)". Para lo que depara este año, calcularon que las provincias podrían perder el 10,7% de sus ingresos totales, basándose en un escenario con un recorte de 50% en las transferencias, y una caída de 5% en los recursos tributarios.

"En promedio, casi el 50% del gasto total de las provincias es en personal, por lo que cualquier ajuste muy probablemente implique despidos en el sector público. ¿La otra alternativa? Subir impuestos, algo que ya se vio esta semana en Buenos Aires con el anticipo de ingresos brutos, comportamiento que podría replicarse en el resto del país", planteó la consultora presidida por Esteban Domecq.

Según estimaciones del IERAL, para lograr superávit financiero, el gobierno nacional debería ajustar sus gastos por el equivalente a 3,43% del PBI y las provincias por 1,66%.

Mientras, la administración de Javier Milei intenta acercar posiciones con los gobernadores de cara al Pacto de Mayo, que el Ejecutivo espero realizar el 25 de ese mes. Entre los incentivos que el presidente enunció para retomar el diálogo, uno de los principales fue, justamente, un paquete de alivios fiscal a las provincias.

Fuente: BAE Negocios.