Fue uno de los temas de conversación esta semana Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), por donde pasó el ministro de Economía Luis Caputo.

La colocación de fondos en los bonos del Tesoro Nacional de parte de los bancos parece ampliar el límite para frenar el brusco corte en los plazos fijos.

Con las tasas en el subsuelo merced a las políticas nacionales desde el cambio de gestión, este tipo de inversiones no tiene aliento. Deja de ser un “ahorro” la licuación actual que significa colocar dinero a tasas del 30% anual o menos, que significa un 2,5% mensual. Números bien lejanos a la inflación.

Ahora, con bonos que pagan el 48% anual como la mejor opción de colocación de excedentes, las entidades tienen la ganancia asegurada para pensar en incrementar los intereses.

¿El número posible? Desde allegados a Caputo no ven con malos ojos que se ofrezcan a cerca del 40 por ciento.