El hombre que intentó asesinar a Cristina Fernández de Kirchner, Fernando André Sabag Montiel, y su novia Brenda Uliarte planeaban alquilar un departamento en el barrio porteño de Recoleta que les permitiera una vista limpia hacia la propiedad de la dos veces primera mandataria de la Nación, confirmaron hoy a Télam fuentes judiciales.

La información fue detectada en el teléfono celular de la detenida Uliarte y surge de mensajes de audio que se envió con el agresor, al que además acompañó hasta la zona de Juncal y Uruguay el 1° de septiembre último cuando intentaron dispararle en la cabeza a Fernández de Kirchner.

En la causa hay una tercera detenida -Agustina Díaz- que, según surge de la investigación judicial, le reprochó a Uliarte a través de mensajes de texto que el atentado hubiera salido mal y le recomendó que se deshiciera del su teléfono celular para ocultar cualquier prueba incriminatoria.

Télam pudo averiguar de fuentes seguras que Díaz habló con Uliarte los días previos al intento de atentado sobre las mecánicas posibles para ejecutar el magnicidio de la vicepresidenta Fernández de Kirchner.

La tercera imputada en el caso, además, le reprochó a Uliarte, con insultos, que hubiera enviado a Sabag Montiel a ejecutar el asesinato y se preguntó si fue porque se puso nervioso que no logró su cometido.

La información que comprometió a Díaz hasta el punto de que fuera ordenada su detención surgió del celular de Uliarte, quien la tenía agendada como "Amor de mi vida" y solía compartir expresiones de odio, según detallaron a esta agencia las fuentes de la investigación.

Por otra parte, se esperaba que la jueza federal María Eugenia Capuchetti convoque a Sabag Montiel y a Uliarte a ampliar su indagatoria para exhibirles la nueva prueba incorporada al expediente, entre la que se destacan los mensajes obtenidos del teléfono de la novia del principal acusado del atentado que confirman que el del 1 de septiembre no fue el primer intento de asesinato contra la Vicepresidenta.

Fuentes de la investigación consultadas por esta agencia confirmaron que los mensajes dan cuenta de un intento de ataque ocurrido el 27 de agosto, durante la noche en la que la Vicepresidenta le habló a la militancia apostada en la zona de las calles Juncal y Uruguay, donde se emplaza el edificio donde vive la titular del Senado.

"No, no es que se dé cuenta, el tema es que hay una cámara de C5N, y hay poca gente, y la gente se está yendo, y el momento es ese, ahora ya es tarde, o sea son las 12 y ella salió a esa hora, y era a esa hora, o sea el escenario era con ella porque la habrán seguido", dice uno de los mensajes que recibió Uliarte de parte de Sabag Montiel.

"¿Entendés? Después vamos a ver en la tele a ver qué pasó porque cuando ella se metió, la siguieron y ahí tendría que haber sido", sostiene otro mensaje detectado por la justicia.

En otra comunicación, Sabag Montiel le dice a Uliarte: "No, ya se me metió adentro y el escenario, el anfiteatro lo sacaron. Le toqué la espalda a (el gobernador bonaerense) Axel Kicillof y se metió en un Toyota Etios, eh, y se fue, un quilombo. Ella está arriba pero no creo que salga, así que ya fue, dejá, voy para allá, quédate ahí. No traigas nada".

La información sobre la intención de alquilar un departamento en las inmediaciones del domicilio de Cristina Kirchner surge del teléfono de la propia imputada y abre para los investigadores una nueva incógnita: ¿Quién financiaba los emprendimientos de esta banda criminal que tenía tiempo para hacer tareas de inteligencia y buscaba rentar una vivienda en Recoleta?