La anécdota se repite siempre, más o menos un año antes de cada elección que se realice en la Argentina.  Los periodistas preguntarán invariablemente sobre las listas de candidatos y la dirigencia responderá sin sonrojarse: “No es tiempo para hablar de candidaturas”. Una mentira total.

En la política siempre se habla de candidaturas y siempre se piensa en candidaturas, de eso no hay ninguna duda. Pero existe el temor reverencial a malhumorar a la sociedad si se habla de listas de aspirantes a un cargo ejecutivo o legislativo. Entonces salta la muletilla políticamente correcta para esconder bajo la alfombra lo que no se quiere mostrar.

El año que viene se votará para elegir diputados nacionales y en el caso de Córdoba senadores nacionales. Antes, están convocadas las elecciones Paso, pero nadie puede asegurar que éstas se lleven a cabo. El año pasado ya hubo un intento para desactivar esta idea impuesta por Néstor Kirchner con el claro propósito de impedir que los derrotados en esa compulsa en un determinado partido o alianza se presentaran por fuera de las estructuras propias. Pero eso es arena de otro costal. Aquí la carrera por 2021 ya se largó, más allá de la pandemia. Es más, la pandemia es un elemento de esa campaña.

Un sector importante del kirchnerismo cordobés (para englobar a cristinistas, albertistas y aliados varios), analiza un plan de acción que contempla un armado electoral sin dirigentes schiarettistas, lo cual es muy sugerente. Así lo afirmó con total claridad una fuente del sector que evitó dar referencias personales.

Dos diputados, un senador

“Nosotros queremos llevar una lista propia del Frente de Todos y aspiramos a conseguir dos diputados nacionales y el senador nacional por la minoría”, se sinceró otro vocero que milita en ese sector del peronismo. Asumía desde ya una victoria macrista pero lo que realmente le interesaba era dejar atrás al peronismo cordobés tradicional.

¿Están aislando al schiarettismo?, fue la pregunta casi de sentido común. “Definitivamente sí”, fue la respuesta.
La idea del oficialismo nacional pasa por proponer a Carlos Caserio como primer candidato a senador nacional y llevar en segundo lugar a una dirigente K, que aún no está definida.

En Diputados el tema estará mucho más conversado y seguramente discutido. Aspirantes sobran: Martín Fresneda, Natalia de la Sota, Pablo Chacón, Mirta Iriondo, Pablo Carro y siguen y seguirán las firmas.

Rechazan los kirchneristas sentarse a negociar con Schiaretti cada vez que el gobierno nacional necesite un respaldo en el Congreso.

Por lo que pudiera pasar, Casario ya tiene prácticamente acordado que Olga Riutort sea su armadora en la ciudad de Córdoba.
Caserio tendrá como una de sus rivales a Alejandra Vigo, ya que tal como se anticipó en esa columna hace un tiempo, la esposa de Juan Schiaretti podría liderar la nómina de postulantes al Senado de la Nación. La nómina de diputados del gobernador también está sin definiciones pero con el correr del tiempo, los casilleros se van nutriendo de anotados.

Negri versus Mestre 

En Juntos por el Cambio la puja no es menor ni nada que se le parezca. Mario Negri ya ha sugerido en diversas reuniones que quiere ser candidato a senador nacional, aunque no concluya su mandato como diputado. El jefe de bloque de la alianza opositora en la Cámara Baja considera que tener un rol protagónico en la campaña electoral del año que viene, servirá mucho para “la elección fuerte” que se realizará en 2023, cuando se vote para presidente, gobernador e intendente, además de legisladores nacionales, provinciales y concejales.

A su vez, Ramón Mestre se considera con derechos para liderar la boleta de candidatos a la Cámara de Diputados. Tal como ocurre con Negri, vuelven a aparecer los roces internos y la falta de consenso.

Macri no pondría reparos a Negri y apoyaría a Gustavo Santos como diputado. Ahora hay que ver si la del expresidente sigue siendo palabra santa en Córdoba o se tiene que sentar a consensuar. Hoy, las encuestas anticipan que el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, es la figura política con más aceptación entre los cordobeses.

Ah, Larreta tiene una óptima relación con Negri… tener en cuenta ese dato.

La novela será larga y recién vamos por el prólogo. Ampliaremos.