"Fue sin querer. Posteé un dibujo y se volvió viral. Un día abrí el cuaderno de mi hija Julia y encontré algo que me hizo desternillarse de risa. Lo compartí con mi familia y amigos, y todos a las carcajadas. Me tenté, y lo puse en Twitter, porque además de gracioso es profundamente periodístico. Lo que está pasando ahora con el dibujo ya no lo es tanto. Diarios, radios y noticieros de televisión lo analizan como exégetas porque es viral en las redes", explica Maria Paula Zacharías en su nota que escribió para La Nación, el diario para el cual trabaja.

Maria Paula fue la autora del tuit viral que ya cuenta con 91.600 favoritos y 17.600 retuits. Ante tanto revuelo, decidió contar la historia completa del dibujo de su hija.

"Todo empezó cuando las chicas se fueron a jugar a la casa de su prima, que tiene un cachorro al que adoran. Lo miman como a un bebé aunque pesa casi 40 kilos. El juego favorito de las tres nenas es entrenarlo. Sucede que el cachorro, Oso, como bien indica su nombre, es una bestia bastante grande, y en su afán a veces no mide la fuerza. En un rapto de alegría, un diente rozó una de las seis manitos y un exabrupto se escuchó en toda la cuadra. Fue el único".

Paula cuenta que su hija, alumna de primer grado, hizo el dibujo en la clase de Lengua. "Julia lo hizo, y con buen criterio periodístico eligió un foco llamativo y noticioso: ese momento dramático del adiestramiento. Por eso me dio tanta gracia, y porque no le tembló el pulso cuando tuvo que poner una cita directa polémica sin modificarle ni una coma. Se sabe, jamás debe editarse un testimonio".

La periodista explica que decidió compartir el dibujo debido a que escribe hace varios años sobre arte en La Nación y en otros medios, por lo que no lo vió mal. "Mucha gente que aprecio coincidió con mi valoración. Pero después el teléfono pareció volverse loco: las notificaciones se multiplicaban por miles. No había forma de pararlo. Y llegó el vértigo. Siempre cuido la privacidad de mis hijos. Pero este dibujo de mi nena de seis está en boca de todos". Y afirmó que "el análisis colectivo siempre es el más completo: muchos destacaron la expresividad de los personajes, las caras de estupor de la nube y el sol, los testigos. Como verdaderos peritos, descubrieron que el can había sido dibujado primero con cabeza gacha y que después la autora la irguió y le puso ojos sorprendidos".

Más allá de los análisis del dibujo, Paula también habló sobre los mensajes que recibió: "Mucha gente agradecida por un momento de alegría. La risa sana, alivia, ayuda. Pero también están los comentarios que obligan a defenderse: no, las nenas no maltratan al animal; no, las nenas no son maleducadas; no, no lo hice viral a propósito".

Generalmente, todos los tuits virales generan la intriga de saber cómo sigue la historia, cómo sigue la vida de los protagonistas, y en este caso la periodista se encargó de contar cómo continúa todo después de "ser viral":

"La fama viral es intensa, pero confío en que será fugaz, y se evaporará cuando un nuevo meme sea comentario obligado en la cháchara digital. Julia sigue su vida normal, totalmente ajena a la fama planetaria de su obra. Sólo sabe que compartí su dibujo y que a muchos les gustó. Pero conversamos sobre lo mal que está escribir malas palabras en el cuaderno. Le propuse borrarla para evitar un reto cuando la maestra lo vea. "No; es la verdad", defendió. No pude evitar sentirme orgullosa de mi pequeña y valiente periodista".