La última jornada del juicio contra Marcelo Macarrón por el asesinato de su esposa, Nora Dalmasso, amaneció sin sobresaltos hasta que se corrió el rumor de que el empresario Miguel Rohrer y su esposa Valeria estaban en el edificio de Tribunales. Previamente, la Cámara Primera del Crimen había avisado a la prensa que no había testigos convocados para la jornada.

Durante un par de minutos, los periodistas buscaban en las fiscalías y en los pasillos del nuevo edificio de Justicia tratando de hallar algún indicio de la presencia del empresario, quien fue señalado por los hijos del imputado como presunto implicado en el asesinato de su mamá.

Cerca de las 11, uno de los primeros en echar luz al tema fue el abogado del empresario, Federico Guerrieri, quien contó que efectivamente Rohrer y su mujer habían sido citados por el fiscal de turno, Daniel Miralles, a las 8.30 para prestar declaración.

Más tarde, el funcionario judicial confirmó que Miguel Rohrer y su esposa Valeria, “ratificaron lo testificado por (Ricardo) Araujo” y que ahora “la investigación continuará hacia la posibilidad de establecer la ubicación en tiempo de informe telefónico de la llamada efectuada por (Daniel) Lacase hacia Araujo”.

La semana pasada, Ricardo Araujo declaró por un tiempo extenso y si bien mencionó en más de treinta oportunidades la frase “no recuerdo”, sí expuso una situación que más tarde generó repercusiones. En su declaración frente a los jueces y jurados populares contó que no recordaba el tiempo exacto, pero que luego de la declaración de su amigo y empleador, Miguel Rohrer, Lacase lo llamó para sugerirle “limpiar su nombre”. 

Araujo lo manifestó así: “Mirá, si Miguel está dispuesto a abonar determinado monto, yo estoy dispuesto a limpiarle el nombre y correrlo de esta situación en la que lo han metido”. El matrimonio habría rechazado tal ofrecimiento.

Ante esta declaración, el fiscal de Cámara, Julio Rivero, adelantó que pediría la investigación por supuesta extorsión, y le remitió al fiscal de turno la causa, motivo por el cual, fueron citados hoy los Rohrer.

Lo curioso es que Daniel Lacase fue citado a declarar el martes y ni la defensa ni la fiscalía le preguntaron nada al respecto. Si bien el abogado –tal como le aclaró el presidente del tribunal- podría haber elegido no contestar para evitar una autoincriminación, ni siquiera lo sometieron a esta incomodidad. 

Lo cierto es que el matrimonio Rohrer abandonó la ciudad rumbo a Buenos Aires, donde viven actualmente, con cierto ofuscamiento porque en primera instancia habían sido llamados a declarar en la causa que se sigue contra el viudo, pero luego, a pedido de las partes, se dio de baja la citación. 

“Nos cancelaron, ambas declaraciones, a último momento, por pedido de la defensa”, dijo Valeria Rohrer. “Nos hicieron viajar al divino botón, por lo menos pudimos declarar con Miralles”, le confió a una colega. 

Desde la Cámara confirmaron que fue a “pedido de las partes”. Sin embargo, tipo blooper, durante el cierre de la audiencia, el defensor Brito olvidó su micrófono abierto, y se pudo oir cuando hablaba con el fiscal Rivero sobre cómo eludir a la prensa ante esta situación. 

"No me interesa la declaración de Rohrer", dijo Brito
 

Al mediodía y tras el revuelo por conocerse la presencia del matrimonio Rohrer en Tribunales pero sin ser invitados a declarar en la audiencia, el abogado del viudo Macarrón, Marcelo Brito, aprovechó su salida al baño para hablar con la prensa y se extendió por más de 45 minutos. 
Dijo que desconocía la citación del empresario pero que, además, no le "interesa" sumarlo como testigo, ya que “todo lo que puede aportar o no Rohrer no está vinculado al hecho objeto del juicio, sino al camino que empezamos a recorrer en el proceso, de lo que creemos como alternativa”, aclaró.

Brito dijo, además, que no podrían pedir “cancelación” de ningún testigo, en contraposición a lo informado por la Cámara sobre los motivos por los cuales no declararon Miguel y Valeria Rohrer. “Los defensores no conocemos que haya existido una citación”, reiteró.

“Rohrer nunca fue imputado, ni sospechado, y según el fiscal que a mi juicio intervino en este proceso para desvincularlo, consiguió su objetivo”, expresó. Incluso, fue más allá y tildó de “mentiroso” a Araujo en relación a los dichos que expresó la semana pasada que vinculaban a Lacase con un intento de extorsión.

El abogado recordó que Macarrón aceptó ir al juicio para culminar “el calvario” que estaba viviendo y porque si el juicio se hacía pronto “quedaba un tiempo para investigar nuevos caminos que surgieran durante el proceso”.