Cecilia Basaldúa tenía 36 años, era oriunda de Buenos Aires pero se consideraba una ciudadana del mundo, una viajera incansable. Capilla del Monte, el pueblo del Uritorco, fue el lugar en el mundo que eligió para escribir su primer libro a partir de las notas y el diario de viaje de los 4 años y medio en los que conoció cien ciudades y 12 países de Latinoamérica. Alguien le trucó su sueño, y su vida.

El 25 de abril del 2020, su cuerpo fue hallado en un descampado de esa ciudad. Según la investigación judicial, Cecilia fue víctima de abuso sexual y murió por asfixia provocada por estrangulamiento.

Pese a que se realizó un juicio no hubo condenados. Lucas Bustos, un albañil de 23 años de Capilla del Monte estuvo detenido dos años por el crimen y, por falta de pruebas, fue absuelto el 1 de julio del 2022. 

Su femicidio continúa impune.

Este martes desde las 16.30, los familiares de Cecilia y organizaciones de Punilla volverán a movilizarse en Capilla del Monte para pedir justicia.

Lucas Bustos, liberado, en 2022. Foto: Eze Luque.
Lucas Bustos, liberado, en 2022. Foto: Eze Luque.

Bustos, ¿un "perejil"?

Desde la querella y la familia de Cecilia siempre consideraron que Bustos era un “perejil” y apuntaron a la fiscal Paula Kelm, a cargo de la investigación.

VER: Femicidio de Cecilia Basaldúa: absolvieron a Lucas Bustos

VER: Lucas Bustos, tras ser absuelto: "La Policía de Capilla del Monte es corrupta"

Denunciaron “irregularidades”: una confesión bajo tortura de Bustos, la falta de imputación Mario Mainardi (dueño de la casa dónde se hospedó Cecilia) y un posible encubrimiento por parte de los policías de la zona que encabezaron la búsqueda de su hija, fueron algunos de los argumentos sostenidos por la familia de Basaldúa para impulsar la destitución de la fiscal de la causa.

VER: Cecilia Basaldúa: una causa con "irregularidades" y "cabos sueltos"

El juicio

Al final de juicio -que duró 2 meses, con 13 audiencias y 68 testigos- se incorporó una prueba que podría ser clave en una nueva investigación. Se trata del análisis de ADN sobre la sangre en un colchón que encontró el dueño de una casa cercana al basural de Capilla del Monte, donde se halló el cuerpo de Cecilia. 

El hombre de apellido Rojas tenía abandonada la vivienda por la cuarentena. Pero al volver 15 de mayo de 2020 se encontró con la cerradura rota y marcas de una escena violenta adentro. Este análisis fue descartado por la fiscal Kelm durante la investigación y podría traer novedades sobre los momentos finales de Cecilia.

En su alegato, la abogada de la familia Basaldúa, Daniela Pavón, reclamó la absolución de Bustos tras señalar a la Policía como responsable de "montar una escena" en descampado donde se halló el cuerpo.

La madre de la víctima, también había dejado firme sus sospechas en el momento de su alegato final ante el tribunal, al afirmar que "acá atrás hay algo grande, hay algo feo, hay trata, hay droga, hay todo lo feo que se pueden imaginar".

El tribunal de Cruz del Eje, encabezado por el ex comisario Carlos Escudero dictó el fallo en el que, además de absolver a Bustos, solicitó al Fiscal General de Córdoba que designe a un nuevo fiscal de instrucción para iniciar otra investigación sobre el asesinato que ocurrió en plena pandemia, en abril del 2020.

El principal sospecho para la familia

Mario Mainardi, expolicía, fue la ultima persona que vio con vida a Cecilia y además la alojó en su casa de Capilla del Monte hasta que desapareció. 

Los peritos hallaron 11 rastros de sangre en la vivienda, sin embargo, no pudieron ser analizados en ningún laboratorio de Córdoba. Por su parte, la fiscal Kelm, pasados 10 meses del hecho, lo llamó a declarar como testigo en mayo del 2022.

Frente a los Tribunales de Cruz del Eje sostuvo que la joven sufrió “un brote psicótico”.

En su declaración también lloró al recordar una tapa del diario La Nación en la que los padres de la víctima lo incriminaban por el asesinato. “Si alguien le cerró las puertas fue Capilla del Monte y yo se las abrí”, aseguró.