Resulta increíble que lo ocurrido con Mariela Moine suceda en la Córdoba del siglo XXI, pero los tiempos violentos han regresado de la mano de Patricia Bullrich en el gobierno nacional, funcionaria que fue recibida con bombos y platillos por el ministro de seguridad Juan Pablo Quinteros este lunes.

Moine es una vecina de General Levalle, en el sur provincial, que se vio sorprendida cuando una camioneta de la Policía Federal y otra sin identificación se apersonaron en su domicilio para detenerla por “amenazas terroristas” contra la exminstra de la Alianza y del macrismo, utilizando las redes sociales.

Lo que cuenta el hermano de la detenida es revelador y muestra la cara más sucia de la política, en connivencia con la Justicia y las fuerzas de seguridad.

Fernando contó que su hermana no hizo ninguna publicación en Facebook. “Mi hermana tiene una cierta discapacidad para leer y escribir, de hecho tiene el certificado de discapacidad”, aclaró y agregó: “Mi mamá no sabe leer ni escribir”. Cabe destacar que madre e hija viven juntas en la vivienda que fue allanada por las fuerzas de seguridad.

Además, en la casa vive el hija de Mariela, pero tiene 11 años, “así que es imposible lo que han hecho. Es un atropello a la libertad de una persona”, dijo Fernando.

Fernando relató que unos días antes de la detención, algunas personas “preguntaron si acá, en este domicilio, vivía un tal ‘Ledema’. Le tomaron fotos a la casa, le tomaron los datos a mi hermana y el jueves pasado se llega un auto y una chata con la inscripción de la Policía Federal más una chata sin inscripciones”.

Se bajaron “doce policías federales buscando armas de fuego” que buscaban “a una mujer que integraba una asociación de terroristas”, dijo indginado Fernando.

El juez federal de Río Cuarto, Carlos Ochoa, fue quien dictó la orden de allanamiento.

Son días de terror para esta familia cordobesa, a causa de funcionarios que creen que la defensa de sus ciudadanos es un show para la tribuna. 

Fuente: Jorge Vasalo - Periodista SRT.