El cabo primero de la policía de Córdoba, Lucas Gómez, de cuya arma partió el disparo que terminó con la vida de Blas Correas dijo que no tuvo intención de matar y pidió perdón a la familia del adolescente y de los otros jóvenes que iban en el vehículo, al hacer uso de la última palabra en el juicio que se lleva adelante en la Cámara 8va del Crimen, por el asesinato del adolescente ocurrido el 6 de agosto de 2020.

“No tuve intención de quitar la vida a nadie, ni atentar contra nadie”, señaló en el último acto procesal antes del veredicto final. “Pido perdón a toda la sociedad por ese hecho”, agregó Gómez (37), para quien el fiscal Fernando López Villagra pidió la pena de prisión perpetua, al igual que para Javier Catriel Alarcón (33).

Gómez había sido condenado anteriormente a dos años y seis meses de prisión condicional y 15 meses de inhabilitación por encubrimiento doblemente agravado, en el juicio que también se condenó a Leandro Castañaresviolador serial que perpetró al menos seis ataques sexuales en 2016 en La Calera y ciudad de Córdoba, a 15 años de prisión.

Noticia en desarrollo