La conocida historia del Rubén Wolkowyski, quien viene de superar el coronavirus, sigue trasciendo fronteras. Es que el ‘colorado’ debió recurrir a la misma fortaleza con la que luchaba bajo un tablero, para hacerle frente a una dura enfermedad.

Desde Málaga contó su historia en radio Universidad, y más allá de un seguimiento particular, valoró el apoyo de los grandes basquetbolistas argentinos que integran la ‘Generación Dorada’.

“Tenemos un grupo de WhatsApp que entre ‘los 12 de Atenas’. Y estando en una cama tirado, viendo todo oscuro, uno se agarra de gente que quiere. Y ese grupo es tan fuerte, tan lindo… se llama ‘Generación Dorada’”, narró.

Adujo que unos días antes que se hiciera público su padecimiento lo contó por esa vía, y volvió a sentir que “sigue estando esa conexión que teníamos adentro de la cancha”.

Señaló que “esa fuerza, esos mensajes de aliento, me ayudaron muchísimo”. Y concluyó: “Con Fabricio Oberto fue muy especial. Es mi mejor amigo, convivimos muchísimo porque estábamos siempre en la misma habitación. Y tenerlo animándome todas las mañanas, mandando cosas cómicas para levantarme, me hizo muy bien. Uno siempre disfruta de las cosas, pero en estos momentos uno le da su verdadera importancia, y sentí que eso era todo para mí”.