Más de 50.000 personas asistieron el sábado a la ciudad de Sendai, Miyagi, para ver la llama olímpica, que llegó el pasado viernes al país asiático.

Los presentes, muchos de ellos con barbijos, realizaron filas de más de 500 metros para poder sacarse una foto con el pebetero, que se encendió el jueves 12 de marzo en Atenas.

La prensa japonesa advirtió que los organizadores evalúan la posible suspensión del evento si se repiten reuniones multitudinarias de esa magnitud.

Mientras deportistas y distintas federaciones están pidiendo la postergación de los Juegos, sobre todo porque muchas clasificaciones se tuvieron que cancelar por el coronavirus, Japón insiste en realizar la competencia en la fecha prevista: del 24 de julio al 9 de agosto.