Joan Laporta inicia su segundo ciclo como presidente de Barcelona. Lejos está el periodo 2003-10, en el que comandó a una institución cuyo equipo profesional de fútbol acaparó la admiración mundial por su juego y todos los títulos en disputa.

Desde hoy deberá trabajar mucho para ordenar una entidad con problemas de todo tipo, entre los que sobresalen el económico y el deportivo.

El mismo mandatario ha señalado que la deuda del club asciende a 1176 millones de euros y que por eso nada puede adelantar en materia de refuerzos para la próxima temporada.

Sí, en cambio, ha resaltado la necesidad de seguir contando con Lionel Messi, del cual ha dicho que lo ha felicitado luego de haber sido confirmado como nuevo presidente "culé".

"Fue muy bonito ver a Messi yendo a votar. Es una prueba más de que ama al Barça. Estoy convencido de que se quiere quedar. Y sí, ya me ha felicitado por ganar las elecciones, creo que es normal".

Esa señal amistosa del "10" fue respaldada a través de las redes sociales por su padre, Jorge, quien le puso "me gusta" a la publicación de la cuenta de Instagram de Barcelona anunciado al nuevo presidente del club.

Laporta se posiciona desde un lugar de fortaleza para tratar de convencer a  Messi para que se quede en la ciudad condal y en el club que lo cobijó desde que era pequeño.

Cariño, respeto, reconocimiento. Tenemos muy buena relación de respeto y estima mutua”, dijo sobre su vínculo con el capitán del equipo. Él sabe que tengo que ver cuáles son las posibilidades de la economía del Barça para hacerle una buena propuesta económica y que venga acompañada de una propuesta deportiva muy competitiva”, admitió.

Laporta, que será ungido entre mañana y el viernes próximo como nuevo presidente, ya se contactó con los referentes de todas las disciplinas que se practican en la institución y adelantó que hablará también con todos los empleados.