En un particular contexto, con manifestaciones y represión policial en las afueras del Estadio Romelio Martínez de Barranquilla, River debía enfrentar a Junior por la Copa Libertadores, con la intención de empezar a encaminar su clasificación a octavos de final. 

Ya desde el inicio, los colombianos insinuaban que su intención era tener el control del encuentro, con buena circulación en el mediocampo, velocidad en las transiciones y Miguel Borja como clara referencia de ataque.

El Millonario, en cambio, mostraba poco de su repertorio habitual, con una alineación conformada por habituales futbolistas de recambio y sin demasiada creatividad para construir juego por adentro ni por afuera. La visita se acercó apenas con un tiro alto de Federico Girotti, quien tuvo poco protagonismo en la etapa inicial al igual que Julián Álvarez y Agustín Fontana.

En cambio, el conjunto de Barranquilla empezó a hacer pesar su dominio con situaciones claras hasta que, sobre los 20 minutos, Jhon Pajoy asistió a Borja y el delantero se llevó a la rastra a Robert Rojas y definió por debajo de Franco Armani para marcar el 1-0. 

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Con el transcurrir de los minutos, el Tiburón fue justificando su triunfo parcial y los del Muñeco hundiéndose en un mar de confusión, sin recursos a la vista para hacer frente a la adversidad.

Para el arranque del complemento, el DT riverplatense optó por enviar a la cancha a Agustín Palavecino y Jorge Carrascal, con el afán de darle fluidez a su equipo en los pases y mayor desequilibrio individual. Poco después, también incluyó a Matías Suárez y Rafael Borré en busca de peso ofensivo.

Con esos retoques, River estuvo lejos de brillar pero recuperó su postura conocida, logró asociaciones y se aproximó un poco más al arco rival. Mientras tanto, los dirigidos por Luis Amaranto Perea se replegaron y se dispusieron a jugar de contragolpe.

Sin demasiada profundidad, los argentinos se volcaron a territorio local y, como premio a su insistencia, encontraron en el descuento un empate con sabor a victoria, cuando Paulo Díaz conectó de cabeza un tiro de esquina y dejó sin chances a Sebastián Viera. 

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En un trámite que había comenzado muy adverso, los de Núñez pudieron rescatar un punto valioso sobre el final y definirán su suerte en el Grupo D en el Monumental, primero contra Santa Fe y luego frente a Fluminense. Ahora, a pensar en el Superclásico.