Violará la cuarentena obligatoria, pero a César Aguirre el interminable conflicto en el transporte interurbano, que lleva 33 días paralizado, le demanda obligaciones.

"El único ingreso en mi grupo familiar es mi salario", sentenció. Pero el trabajador no percibió completo el sueldo de marzo, y no hay novedades sobre abril.

Chofer desde hace tres lustros en la firma Córdoba Coata, se lo ve hoy en las calles ofreciendo barbijos, que realiza su esposa. Se lamenta diciendo que "estamos olvidados", haciendo referencia a 4000 empleados de las empresas prestatarias.

César tiene dos hijos, de 3 y 10 años. Y como miles de sus colegas, esperan una respuesta, que no llega, de parte del poder concedente, el gobierno provincial.

"Es muy difícil que tu hija te diga 'Papi, dame yogurt, y vos no tenés'".