Este viernes a las 18 horas cerró la primera etapa del canje de la deuda. Tuvo buena aceptación entre los minoristas argentinos y casi nula participación de los grandes inversores institucionales.  

Aunque hoy vencía el plazo formal, el gobierno argentino tiene la posibilidad de extenderlo al menos hasta el 22 de mayo próximo, fecha en la que vence el período de gracia para el pago de deuda por 500 millones de dólares que debían abonarse el 22 de abril pasado, para no caer en default.

La primera propuesta realizada por el equipo económico consistía en canjear u$s66.000 millones, que incluye un plazo de gracia de 3 años, una quita de intereses del 62% y una reducción del 5,4% en el capital.

Se espera una comunicación oficial, en las próximas horas, sin porcentajes, que tal vez se den a conocer durante el fin de semana.

La única cifra que trascendió es que ingresó el 70% de los tenedores de deuda en la Argentina a través de La Caja de Valores, equivalente a unos 5000 millones de dólares, menos del 10% de la deuda elegible.

El ministro Martín Guzmán declaró más temprano que espera la aceptación de una oferta que busca "reestablecer la sostenibilidad de la deuda, volver a poner al país de pie y establecer una relación duradera con los acreedores".

Sin embargo, a comienzos de esta semana los principales grupos de bonistas, que concentran cerca del 50% de los títulos, se agruparon para rechazar la intención oficial, lo cual despierta dudas respecto a la posibilidad de una elevada adhesión al canje.

Según detalla ambito.com, entre las modificaciones que plantean los bonistas están: la evaluación de un pago extra sobre el crecimiento argentino desde 2023 (estilo cupón PBI), dejar de lado 100% la quita de capital, el reconocimiento de algún tipo de interés durante el período de gracia hasta el 2023, algún tipo de resarcimiento para el Bono Global cuyo vencimiento comenzó a correr desde el 22 de abril y un primer pago simbólico de cupón en 2022 o a comienzos de 2023.