Este viernes 16 de septiembre, el periodista Alexis Oliva presenta su libro de crónicas "La violencia nació conmigo - crónicas de vidas en conflicto" a las 19.30 en el auditorio de Radio Nacional.

"La violencia nació conmigo"  es un libro de 20 historias atravesadas por un hilo conductor: la violencia institucional, el odio y el conflicto.

El libro rescata las investigaciones, crónicas, entrevistas y perfiles que hizo Alexis Oliva en unos 15 medios de comunicación y que fueron actualizadas y revisadas.

El hilo conductor de las historias son las biografías de cada personaje y el conflicto atravesado por la violencia institucional y estructural. Las historias están distribuidas en cuatro ejes temáticos.

El primer capitulo es sobre militancia revolucionaria y terrorismo de estado y tiene como titulo "Lesa". La mayoría cuentan historias de los años 70 proyectadas al presente, mostrando extensión del daño, los efectos y los juicios. Algunas historias pertenecen a Leonor Von Wernich, Julio Troxler, Beba Cuello, Sebastián Moro entre otros

El capítulo dos se titula "Tumba" y son historias relacionadas con la cárcel y los derechos humanos.

El tercer capítulo es violencia de género, crímenes de odio, diversidad sexual e identidades diversas y se titula Cuerpes. Pepa Gaitán, Dahyana Gorosito, Flavia Saganías, son algunas de las historias que están en el libro.

El cuarto es sobre personas que son símbolos de conflictos sociales, luchas y reivindicaciones y tiene como nombre Banderas. Ivanna Aguilera, Viviana Avendaño y Ramona Bustamante son algunos de los estandartes.

La violencia nació conmigo

La publicación es una apuesta de la Editorial Recovecos por el periodismo y no ficción de Córdoba.

En entrevista a cba24n, Alexis Oliva cuenta los entretelones del libro y reflexiona sobre el estado del periodismo.

Del Instagram de laviolencianacioconmigo

- ¿Cómo fue revisitar las historias que contaste?

Después de publicadas las historias han seguido pasando cosas.

La mayoría de los casos ha seguido el conflicto. En otras se han agravado o se han superado. El libro necesitaba una actualización no interviniendo el texto original sino con una especie de epílogo.

En otros casos, por la índole del medio he agregado bastante notas al pie. Todo texto se puede mejorar, incluso los que ya están publicados.

Este libro tuvo un trabajo que muchas veces no podemos hacer los periodistas que es volverte a conectar con las historias que trabajaste en el pasado.

En ese sentido ese trabajo fue arduo y muy rico.

Otro punto en común del libro es que todas las historias desembocan en el poder judicial que en muchos casos agrava la victimización, revictimiza o garantiza la impunidad de los implicados.

- ¿De dónde viene el título del libro?

El título no era un título que tenía que elaborar yo. Tenía que salir de alguna de las historias. Esa era mi sensación, una intuición.

Y lo encontré en la historia de Sabino Navarro que fue un fugaz número uno de la organización peronista Montoneros. Muerto por su propia mano hace 50 años.

Durante una fuga, le preguntó a un compañero, Jorge Cottone, como entró a la militancia. Como estudiante universitario, militancia cristiana de base, los libros, respondió.

"¿Y vos?", retruca Cottone. Navarro le respondió: "A mi nadie me la tuvo que enseñar. La violencia nació conmigo". 

Lo decía como hijo de trabajador explotado, excluido.

Desde lo recóndito, lo particular o territorial te habilita una preocupación en términos de universalidad.

Reflexiones sobre el periodismo

Como docente universitario y periodista "disperso", Oliva reflexiona sobre los problemas en el periodismo contemporáneo.

- ¿Para qué hacemos periodismo?

Nos metimos en el periodismo para que a partir del trabajo de uno algo pase, que algo cambie o que se haga un mínimo de justicia. Puede sonar algo ambicioso o soberbio. Pero lo hacemos por eso.

Si podemos contribuir a que el daño no quede impune sería fantástico. Eso debería ser la esencia de nuestro trabajo y es nuestra gran frustración.

Lo más jodido de querer dedicarse al periodismo es que tenemos que estar preparados para alta cuota de frustración.

- ¿Qué pensás sobre la situación actual del periodismo? ¿Está en crisis?

Tengo críticas de lo que es el contexto político institucional de los medios.

Hay niveles de concentración y de acumulación de poder mediático empresarial inusitados. A pesar de que hay una ley de medios que fue una oportunidad de democratizar.

El otro fenómeno es la explosión tecnológica de soportes, dispositivos y herramientas.

En lugar de enriquecer al periodismo con más fuentes a las que antes no teníamos acceso, en vez de contar con esas ventajas que te da la tecnología para dotar al periodismo de mayor calidad y profundidad a nuestro trabajo, la tecnología nos da mayor velocidad para abarcar más y apretar menos.

Hacemos periodismo con mayor superficialidad. Y, ¿por qué? Porque está manejado por la lógica empresarial. La lógica de una productividad que pasa por el volumen de tráfico, y no la calidad, y con las lógicas políticas de los dueños de los grandes medios.

Incluso en medios que no son grandes pero copian esas lógicas. La cantidad de clics de una nota no debería ser guía para ver qué tipo de periodismo hacer.

- ¿Hay una vía de escape de estas lógicas?

Una cosa que pongo en el prefacio de "La violencia nació conmigo" es que estos trabajos también han sido para mi un privilegio en estos tiempos donde hay una desterritorialización del trabajo periodístico. Esta posibilidad de ir al lugar de los hechos, de estar, es cada vez más escasa.

Lamentablemente, lo tengo que pensar como un privilegio y porque tuve la suerte de encontrar editores piolas. El tiempo es el tesoro de los linyeras.

Esto es un refugio. Vale la pena recuperar, profundizar estos temas. En algunos casos necesitan estar visibilizadas.

No muchos estamos pudiendo hacer este tipo de periodismo: dedicarnos a los temas que nos interesa, que nos gustan o motivan.

Pero creo que estos libros son bien recibidos. Tengo ejemplos ajenos de compañeros y compañeras de córdoba que tienen libros que se leen.