El hombre es un ser social, destinado a vivir una vida política, en solidaridad con otros. seres humanos.

La política le permite organizar el espacio público compartido.

Si la política que practica es democrática deberá tener como principio considerar los intereses de la mayoría y respetar los derechos de todos los integrantes de la sociedad.

La política no puede ser eliminada de la vida del hombre, por lo que se puede decir que quien manifiesta su oposición a la política, en desmedro de las instituciones democráticas, también está haciendo política, inevitablemente. 

El objetivo de quienes hacen antipolítica es sustituir la política democrática por una política autocrática, tecnocrática, o plutocrática..

O sea que buscan organizar el espacio público conforme a los valores, intereses y voluntades de un dictador, de un grupo de tecnócratas o de los grupos de poder con mayores recursos económicos en lugar de privilegiar la voluntad de las mayorías.

Crisis de la política y el Estado

Desde la crisis económica mundial de los años setenta hasta la actualidad, se produjo una acumulación de recursos, por parte de una mínima cantidad de habitantes de la población mundial.

Esta concentración desmesurada no registra antecedentes en la historia y es el resultado de la batalla que le gana el capital al trabajo, así como el paulatino pasaje de una economía industrial a una economía financiera y de servicios a nivel mundial.

Surge así una nueva élite capitalista como contrapartida de la declinación de la clase obrera tal como la conocíamos hasta la actualidad.

Estas mutaciones producidas por el neoliberalismo a nivel mundial, le quita protagonismo a los estados nacionales al disminuir sus posibilidades para regular su propia escena.

Sucede que la economía global puede desplazar su capital con la velocidad que le concede la virtualidad y las élites hacen un uso extorsivo de esta posibilidad ante cualquier regulación que se les pretenda imponer.

Los estados con una fuerte economía industrial y una clase obrera calificada verán dificultado su rol de garantes del estado de bienestar de su población al ver menguada su capacidad de control sobre el capital y por ende de su propia economía.

Este es el origen de las crisis económicas y de representación que se ciernen, cada vez con más frecuencia, sobre los estados, poniendo en crisis sus sistemas políticos y a quienes los lideran.

A la conquista del Congreso

A la conquista del congreso (en inglés: Knock Down The House), es una película documental dirigida por la directora y productora estadounidense Rachel Lears, que podemos ver en la plataforma de Netflix.

La película nos cuenta la historia de cuatro mujeres demócratas en su carrera para convertirse en congresistas de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos. El documental empieza con la búsqueda de nuevos candidatos por parte de organizaciones como Brand New Congress y Justice Democrats, ambos comités de acción política. Estas mujeres pertenecen a la clase trabajadora y ninguna tiene una trayectoria política anterior.

Las cuatro candidatas muestran los problemas de sus comunidades, la campaña electoral, los problemas de financiación y los enfrentamientos con sus rivales políticos.

Su ideario político es la defensa de la clase trabajadora, el acceso a la sanidad y educación públicas.

Una de ellas, Alexandria Ocasio-Cortez, originaria del Bronx y de origen puertorriqueño, ganó las primarias del partido demócrata del distrito 14 de Nueva York a su adversario, el veterano Joe Crowley. Ya como congresista fue una clara opositora del ex presidente Donald Trump.

A la conquista del Congreso | Tráiler oficial | Netflix

Política o Antipolítica

La economía mundial no ha mejorado desde la crisis de 2008 y la pandemia que aún estamos atravesando no contribuye a mejorar las cosas.

Una buena parte de la clase política en todo el planeta, es corresponsable por la crisis de representatividad de este sistema político que conocemos.

La democracia representativa está lejos de ser un dispositivo perfecto pero aún así es la única herramienta con la que contamos para enfrentarnos a una casta que concentra en pocas manos la mayor parte de los recursos económicos, es responsable de las interminables guerras de exterminio y de la destrucción casi total del hábitat del planeta.

Sus medios de comunicación son la voz que tapa con un alud de mentiras los crímenes que cometen a diario por su enfermiza adicción al dinero.

De alguna manera nosotros somos parte de semejante problema.

De alguna manera, en medio del desánimo generalizado y del evidente caos tenemos que desandar el camino que nos lleva a la debacle.

De alguna manera tenemos que pensar cuál es el primer paso a dar.

Tenemos que pensar.

Es lo último que desean que hagamos.

La trampa de la Antipolítica