La mala imagen de la gestión del presidente chileno Sebastián Piñera no detiene aún una caída iniciada hace tres meses desde el seno de la misma sociedad.

Casi sin la injerencia de dirigentes de la oposición, el mentado «Chile despertó» se sostiene, y de manera visible en la mismísima Plaza Italia de Santiago "Plaza de la dignidad", donde miles de jóvenes no pierden oportunidad de renovar reclamos y reunirse.

Pese a intentos políticos de mediación, diversas medidas se sostienen, y son las redes sociales la vía (no tan) alternativa para su difusión.

Por caso, las “bicicleteadas de la dignidad” que se realizan domingo tras domingo en vías cercanas a la capital del país trasandino, en las cuales se reclama su ausencia en los canales de televisión local.

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Trascendió en los últimos días la presencia de Carabineros en las playas de Reñaca, con la intención de solicitar identificación y reprimir a jóvenes. Terminaron siendo echados a “arenazos”.

Sobre integrantes de la fuerza de seguridad nacional, que desde un primer momento llevaron adelante el intento de “toque de queda” que el Gobierno nunca logró hacer cumplir, pesan las mayores críticas.

Hasta el momento en los sucesivos incidentes fallecieron, según datos informales, un total de 27 personas, se detuvo a casi 10.000 en diferentes circunstancias, y otros 3.400 ciudadanos pasaron por el hospital, en muchos casos con pérdida de visión.

Las respuestas de la gestión Piñera fueron infructuosas casi siempre. En ese mismo camino parece orientarse la idea que dejó trascender el ministro de Justicia nacional, Hernán Larraín, de comenzar a “regular el derecho a reunión”.

El conflicto tuvo su origen en un aumento en el costo del sistema público de transporte de Santiago de Chile, con una respuesta a evadir el pago de cientos de estudiantes.

Las denuncias de organismos internacionales de Derechos Humanos no han cesado, pero la presencia de Carabineros en la calle tampoco cesó. Reprochables imágenes se repitieron con móviles oficiales atropellando y aprisionando a manifestantes en plena calle.

En los estadios de fútbol el cántico que retumba es “Piñera… asesino igual que Pinochet”. Se escuchó en hinchas tanto del Colo-Colo como de la Universidad Católica.

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