Alemania ha aprobado una inversión de la empresa china Cosco por una participación del 25% en una de las tres terminales del puerto más grande de Alemania en Hamburgo. Una inversión que expande enormemente la influencia estratégica de China en la infraestructura de transporte europea, así como la dependencia de la “locomotora europea” del gigante asiático.

El gobierno alemán ha acordado que el conglomerado naviero chino Cosco adquiera una participación en el puerto marítimo más grande del país, una decisión controvertida. 

A Cosco Shipping Ports se le permitirá adquirir hasta el 25% de la instalación de contenedores de Tollerort, una de las terminales del puerto de Hamburgo. Originalmente planeó adquirir el 35% por 65 millones de euros el año pasado, pero no tuvieron éxito. 

El nuevo acuerdo es menor y no le da a Cosco ninguna voz en las decisiones estratégicas o de gestión, siendo un acuerdo puramente financiero. Aunque la empresa china ya es el mayor cliente, el Ministerio de Economía señala que, según los términos del acuerdo, Cosco no podría ejercer ninguna influencia indebida en la terminal: "Cualquier adquisición por encima del umbral del 25% está prohibida. La razón es la existencia de una amenaza para el orden público y la seguridad".

La adquisición llega en un momento candente ya que la guerra de Rusia y la dependencia del gas ha generado más críticas a abrir vínculos económicos de Alemania con posibles rivales geopolíticos.

Cosco Shipping Ports es una subsidiaria de la empresa estatal China Cosco Shipping Corporation, que brinda apoyo a la marina de China. 

En Europa ya tienen acciones en alrededor de una docena de puertos, incluidos Le Havre y Dunkerque en Francia, Amberes y Brujas en Bélgica, así como en España, Italia, Turquía y Grecia.