El mayor prestamista del magnate decidió no hacer más negocios en el futuro con Donald Trump, ni con sus empresas -clientes muy importantes- tras la invasión violenta de sus seguidores al Congreso, según informó el martes el diario The New York Times.

Sin embargo, el banco no cortaría todo tipo de contacto con el magnate republicano, quien todavía debe más de 300 millones de dólares a la entidad, agregó el medio.

De esa forma, el Deutsche Bank se suma a diferentes empresas que ya decidieron cortar sus vínculos financieros con Trump, acusado de haber incitado a sus seguidores a invadir violentamente el Capitolio, la sede del Congreso estadounidense, el 6 de enero.

Hombres armados dentro del Capitolio. Foto: Reuters
Hombres armados dentro del Capitolio. Foto: Reuters
La dirigente de la filial estadounidense del banco, Christiana Riley, ya había condenado severamente los incidentes en la red profesional LinkedIn la semana pasada, denunciando "un día sombrío para Estados Unidos y (su) democracia".

"La violencia no tiene lugar en nuestra sociedad y las escenas que ocurrieron (el miércoles) son una vergüenza para toda la nación", dijo Riley.

Una relación controvertida

El banco alemán fue uno de los pocos grandes bancos occidentales que continuaron prestando dinero al imperio de Trump, tras la quiebra de varios de sus casinos en la década de 1990. Esta decisión le puso en el centro de investigaciones en Estados Unidos.

Más adelante, el Deutsche Bank envió varias solicitudes para que facilitara documentos, en el marco de una investigación sobre las sospechas de colusión entre la campaña del multimillonario estadounidense y Rusia, por ejemplo, o sobre préstamos ligados a la empresa inmobiliaria de la familia de su yerno Jared Kushner.

La entidad que gestionaba las cuentas personales de Trump, Signature Bank, también comenzó a cerrarlas, según indica una portavoz a la AFP.

Fuentes: Infobae, AFP