El Banco Nacional Suizo (BNS) ha registrado una pérdida de 142.400 millones de francos suizos (142.600 millones de dólares) en los nueve primeros meses de 2022, ya que las turbulencias de los mercados mundiales de divisas han hecho mella en el valor de su cartera de divisas.

Las posiciones en divisas del banco central supusieron una pérdida de 141.000 millones de francos suizos, a lo que se ha añadido una pérdida de valoración en sus tenencias de oro y en sus posiciones en divisas suizas. 

Las cifras del lunes sitúan al BNS ante la mayor pérdida anual registrada. Aunque estos resultados no influirán en la política monetaria, hacen cada vez más improbable que la institución pueda hacer un desembolso al gobierno suizo y a los cantones. 

Sería la segunda vez en los más de 100 años de historia del banco central que tendría que omitir un pago de este tipo. 

El BNS lleva más de una década interviniendo en los mercados de divisas para impedir la apreciación del franco suizo, lo que le ha permitido acumular una cartera de reservas de divisas de más de 800.000 millones de francos. 

Su principal herramienta de política monetaria son ahora los tipos de interés -abandonó los tipos negativos a finales de septiembre-, pero el BNS ha dicho que sigue estando dispuesto a llevar a cabo intervenciones en el futuro. 

El banco central elevó su tipo de interés al -0,25% en junio y al 0,5% el mes pasado. Aun así, ganó 69,3 millones de francos en el tercer trimestre gracias a ese régimen de tipos negativos, lo que eleva a 11.900 millones de francos la cifra total desde que empezó a cobrar a los bancos por los depósitos a la vista en 2015, según los cálculos de Bloomberg. 

El BNS es una sociedad anónima, con accionistas tanto públicos como privados, y sus ganancias se calculan comparando los precios de los activos al principio y al final de cada periodo. Por lo tanto, corre el riesgo de sufrir grandes oscilaciones en su rentabilidad y las pérdidas provisionales pueden cambiar al final del año. 

Fuente: Swiss Info.