El Bovespa, índice de negocios de la Bolsa de Sao Pablo, comenzó el jueves con otra fuerte caída del 11% y se vio obligado a suspender las operaciones ante el temor de mayores pérdidas. La economía brasileña sufre las repercusiones de un escenario internacional desafiante en medio de una continua devaluación del Real que ayer, por primera vez en la historia, pasó la barrera de los 5 reales por dólar.

En su pico, la moneda estadounidense alcanzó R$ 5.0277, el valor nominal más alto jamás registrado en el país. Al inicio de la jornada, el dólar retrocedió ligeramente pero se mantuvo cerca del valor máximo, en R $ 4,9595.

En lo que va del año, el real se ha devaluado un 25%, siendo la moneda más devaluada del mundo en este período. Para contener la corrida, el Banco Central de Brasil anunció una subasta de dólares de hasta 2.500 millones de reales (unos 500 millones de dólares). Al finalizar la jornada, el dólar cerraba R$ 4,7215. Igual que en la Argentina reciente, los analistas se preguntan hasta cuándo el gobierno sostendrá estas subastas, que concluyen con fuga de divisas y rebotes en la cotización.

La principal preocupación hoy para el gigante de América Latina, es el efecto inflacionario que puedan tener las devaluaciones, particularmente en un contexto casi recesivo de la economía. 

El mercado brasileño, siguiendo las tendencias del escenario internacional, está experimentando una fuerte turbulencia a medida que el virus se propaga. Las medidas del ministro Guedes no parecen contribuir a llevar calma a los mercados.

En esas condiciones, el escenario inmediato es muy negativo para nuestro país: las devaluaciones en Brasil impactan directamente sobre la balanza comercial de Argentina ya que inmediatamente una serie de productos brasileros ganan competitividad frente a la producción local y muchas exportaciones argentinas dejan de ser atractivas para los compradores brasileros.